Sugieren docentes pasen al sistema de capitalización individual

Expertos en el tema de la seguridad social concuerdan con los resultados de la evaluación realizada por Acción Empresarial por la Educación (Educa) que señalan que el programa especial de pensiones y jubilaciones de los maestros es financieramente insostenible y que las contribuciones de los docentes activos no alcanzan para pagar los beneficios adquiridos de los retirados.

Arismendi Díaz Santana, economista y exgerente del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) entiende que el Plan de Retiro de los maestros fue mal concebido porque se aprobó sin demostrar la factibilidad financiera y actuarial a largo plazo, que es la condición sine qua non para su sostenibilidad.

Dijo que más que el resultado de la racionalidad, fue una consecuencia de las presiones gremiales de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), que forzó para salirse del régimen general que establece la Ley 87-01, que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS).

“Ustedes se imaginan lo que le cuesta al país que el Estado como empleador pague la mayor parte del costo de la afiliación a la Seguridad Social y que, además, cubra el costo total de la nómina de los pensionados y jubilados del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (Inabima)”, expreso Díaz Santana.

Manifestó que constituye una distorsión que sea el Estado, los contribuyentes, quienes estén pagando las pensiones de los maestros, con el 4 % dedicado a la educación, lo que parecería como si el 4 % fuese un fondo únicamente destinado a pagar a los maestros, independientemente de su desempeño.

Díaz Santana indicó que si el sistema de pensión de los maestros, basado en el reparto y rodeado de tanta protección del Estado, no resulta viable, qué no será el de los demás modelos que no cuentan con la protección del Estado.

“Mi recomendación es que el Estado Dominicano se tome muy en serio mi alerta de hace cuatro años y las diversas advertencias de Educa, y por el bien del país, contrate una firma independiente que evalúe la situación y su proyección futura y someta las recomendaciones que estime de lugar”, recalcó.

Un déficit infinito y sin precedentes

Como ejemplo de inviabilidad, Díaz Santana puso como ejemplo, que luego de 30 años de aporte, la maestra Juana Pérez (nombre ficticio) comienza a disfrutar de su jubilación. A los 10.2 años, cuando se agotan sus ahorros, el Inabima se ve obligado a utilizar los aportes de ocho maestros activos para continuar pagando la pensión de Juana.

“A partir de ese momento, los fondos de retiro de esos ocho maestros dejarán de crecer, porque sus nuevos aportes ya no se capitalizarán, ni devengarán intereses. Al retirarse con sus fondos menguados, la pensión de cada uno tendrá que ser subsidiada más temprano que la de Juana, por otros ocho docentes, agravando la situación de éstos últimos, y así sucesivamente, de manera incontenible e interminable”, explicó.

El exgerente del CNSS aseguró que este proceso regresivo se repetirá durante décadas, llegando a un momento en que la nómina de todos los pensionados y jubilados superará el aporte de todos los docentes activos, obligando al Estado a otorgar un subsidio permanente para evitar las protestas y huelgas del magisterio nacional. Ni el uso de los aportes ajenos, ni el subsidio estatal, evitarán el desequilibrio de un modelo establecido, sin evaluar el costo fiscal infinito para los contribuyentes.