Sobre fondos de USAID y las lecciones aprendidas.

Por José Ricardo Taveras Blanco.

Desde el principio entendí que señalar personas en el tema del financiamiento de la @usaid en RD era osado sin confirmación oficial, de ahí que siempre dije que no me animaría a endosar señalamientos personales, el tiempo me ha dado la razón. Entre los señalados hay personas con las que guardo diferencias conceptuales pero de cuya integridad no tengo la menor duda hasta prueba en contrario.

Ahora bien, que se hayan hecho señalamientos injustos y por tanto reprochables no significa que el problema no existe toda vez que su confirmación, como titular, proviene del propio Estado norteamericano, lo adecuado sería reconocer que no se han establecido responsabilidades. Puede que esa práctica, al menos la del pago de periodistas, no se haya producido entre nosotros, aunque no se puede decir lo mismo de las ONG, universidades y el propio Estado, basta señalar que salvo que la información sea falsa, @PCiudadana admitió haber recibido fondos de USAID lo cual en sí no es ningún problema porque no todos los programas de esa agencia son pecaminosos, hay otros que tampoco lo serían si no lesionaran el interés nacional, tampoco imputable como falta si el ejercicio del debate y la acción se corresponde con una sana libertad de conciencia, pero, que quede claro, asumiendo cada quien el costo del reproche social al que TODOS quedamos expuestos.

De la lección aprendida es importante que retengamos la necesidad de que las personas y entidades que hayan recibido financiamiento para servir a las agendas disolventes o no de todas las agencias internacionales, occidentales o no, lo transparenten y rindan cuentas claras sobre su ejecución, toda vez que esos recursos no vienen transferidos a su nombre, se les allega como donaciones al Estado dominicano con destinatarios amarrados y se canalizan a través del presupuesto en general, razón por la que en cualquier caso es dinero público, de ahí que tanto el poder público como los beneficiarios están en el deber de rendir cuentas de su ejecución y someter sus libros a la publicidad requerida por las leyes de transparencia, eso evitaría la especulación que tanto daño hace al debate y que nunca deja de expresarse en formato de búmeran.

Feliz semana para todos.

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