Sequía, ahorro del agua y educación.

Por Glenis Feliz

A propósito de la sequía que ha acaparado las primeras páginas de la prensa nacional desde el día
2 de marzo a la fecha, y me recuerda mi niñez en el campo, pues cuando no llegaba el agua por
tubería la gente iba a los ríos a buscar el preciado líquido, y todos felices, y ahora que lo pienso, en
esos tiempos de escasez sucedía algo extraordinario, y es que todos de forma casi inconsciente
ahorraban el agua, porque si se acababa había que volver al río, y esa tarea era pesada.

Es la escasez, que nos ayuda a tomar medidas para el ahorro, y que en algunos casos, debería ser
una costumbre de todos los ciudadanos dominicanos;ahorrar el agua y la electricidad;, tal como
ya lo han logrado en otras naciones, y esto se logra con educación, y además cuando la gente sabe
que la factura le llegará de acuerdo al consumo.

Solo en sequía pensamos en ahorrar el agua, y debería ser un tema de educación permanente a
través de campañas publicitarias educativas, y dirigida a cada sector, además, debe ser insertada
en el currículo escolar, no es difícil, solo hay que tomar la decisión desde el Estado para crear
conciencia, una vez que las personas se hacen conscientes sobre la importancia de ahorrar el agua,
jamás la vuelve a desperdiciar ni permitirán que otros lo hagan.

El Estado dominicano a través de las instituciones del sector agua, están en el deber de proveer a
la población del preciado líquido, sin embargo, sería un aporte bien valorado por la presente y
futuras generaciones la educación permanente sobre el ahorro, y la no contaminación de las
aguas, ya que la gente hace uso incorrecto de los ríos, arroyos y cañadas por ignorancia, y casi un
total desconocimiento por falta de orientación.

Estoy convencida de que el Estado puede hacer más por educar a la población, ya que la gente no
tiene ni idea del daño ambiental que causan al dejar grifos abiertos, y cuando lanzan la basura en
los ríos o en las calles para que la corriente se la lleve, ignoran que toda esa contaminación va
directo al mar, y eso implica la eliminación de especies marinas, un daño ambiental, muchas veces
sin remedio.

Es momento para que todos los dominicanos nos pongamos de acuerdo para demandar del
Estado, la educación permanente sobre el ahorro del agua, la preservación de las cuencas
hidrográficas, la construcción de más presas y cuidar las fuentes, porque en la sequía son los
embalses que abastecen a la población, aspiramos a que el ahorro del agua sea permanente, y la
sequía sea manejable sin llegar a la crisis que tenemos en estos momentos.