Se cumplen 92 años del paso de San Zenón
Hace 92 años la República Dominicana vivió una de las tragedias más conmovedoras que, incluso, cambiaría de una u otra forma el curso de su historia.
Y es que a las 11:00 de aquella mañana del 3 de septiembre de 1930, el huracán San Zenón entró con furia por cabo Caucedo, donde está ahora el aeropuerto Las Américas y en un lapso de tres horas penetró a tierra de manera directa hacia Villa Duarte, entró a Santo Domingo en dirección noroeste y cruzó toda la isla hasta salir por Cabo Haitiano, en Haití.
Registros periodísticos señalan que el ciclón dejó un saldo de al menos 4,000 muertos, entre 15,000 y 20,000 heridos y pérdidas nunca calculadas oficialmente entre RD$25 millones y RD$50 millones.
Toda esta devastación sirvió de coartada al flamante dictador Rafael Leónidas Trujillo para que consolidara su poder a tal punto que en enero de 1936 el Congreso Nacional cambió el nombre de la capital (Santo Domingo) por el de Ciudad Trujillo, debido a que fue reconstruida gracias al “Benefactor de la Patria”.
Ciudad Trujillo se mantuvo hasta el fin de la dictadura y su aprobación había sido una iniciativa del entonces presidente del Senado, Mario Fermín Cabral, quien llegó a decir que “la gigantesca y asombrosa obra de gobierno realizada por el presidente Trujillo en el breve período de cinco años y en medio de las circunstancias adversas que han prevalecido en el mundo, merece una prenda de admiración más grandiosa, más digna de su gloria y que sea la mayor y más sensacional expresión del agradecimiento colectivo”.
Y agregó: “La capital de la República, orgullo nuestro, cuna de la civilización del Nuevo Mundo y donde se halla el tesoro de nuestra cultura, debe ostentar el nombre de Trujillo, que la recibió deshecha el 3 de septiembre y la devuelve al país limpia, magnífica y moderna”.
El historiador y director de Archivo General de la Nación, Roberto Cassá, ha dicho de San Zenón que este fenómeno era de una categoría muy alta, posiblemente la máxima y su ojo pasó justo por encima de la capital dominicana, que por aquel entonces era una pequeña urbe de unos 70,000 habitantes.
“Gran parte de las edificaciones eran precarias, de madera, y se encontraban fuera del centro colonial de la ciudad amurallada, cuyos edificios de piedra resistieron mejor los vientos”.
Según registros de la época, muchas personas incrédulas y con poco conocimiento sobre la peligrosidad del fenómeno ignoraron las advertencias de las autoridades. A eso se agregó que cuando el ojo del huracán pasó por la ciudad, cesaron los vientos momentáneamente y mucha gente salió a las calles pensando que había pasado, para luego recibir sorpresivamente una segunda embestida.
El temporal dejó miles de personas sin hogar, de los cuales una parte se ubicó en casuchas levantadas con la madera dispersa.
El resultado de esta catástrofe fue brutal ya que dejó tras de sí cientos de cadáveres esparcidos por doquier, la ciudad entera hecha añicos y olores nauseabundos por la putrefacción de los cuerpos inertes de aquellos que no tuvieron oportunidad de cobijarse en una estructura resistente a los vientos huracanados del ciclón.
El trío Matamoros
El paso de San Zenón también por la canción “El trío y el ciclón”, que escribió Miguel Matamoros, líder del grupo sonero de Cuba integrado además por Siro Rodríguez y Rafael Cueto.
El Trío Matamoros estaba en el país cuando el ciclón San Zenón azotó la capital y vieron desde el barrio Borojol, donde se hospedaron, el desastre y las muertes que dejó en la capital dominicana.
“Cada vez que me acuerdo del ciclón, se me enferma el corazón”, dice el popular son interpretado por el Trío Matamoros conocido en ciudades de América Latina y Estados Unidos.