RON BERMÚDEZ: JARABE MEDICINAL QUE LA RESTAURACIÓN DE LA REPÚBLICA CONVIRTIÓ EN BEBIDA ALCOHÓLICA
Por: Luis Manuel Ferreras
Erasmo Bermúdez Jiménez un inmigrante venezolano que se
asentó en Santiago de los Caballeros, creó la industria de Ron
en República Dominicana.
El joven estudiante de medicina era hijo del General José
Francisco Bermúdez, uno de dos generales colaboradores de
Simón Bolívar.
A la muerte de Bolívar, sus seguidores fueron perseguidos y
muchos para preservar la vida se vieron obligados a salir de
Venezuela; suerte que logró Erasmo, que pudo salir de su país
y se estableció en Santiago, República Dominicana, allá por
1849, cuando el país se encontraba todavía inmerso en
consolidar su independencia.
Para la época el país se encontraba siendo azotado por la
influenza, y una fuerte gripe causaba estragos en la población,
lo que Bermúdez con sus conocimientos de medicina y
técnicas para elaborar Melaza, a partir de la caña de azúcar,
empezó a preparar un elixir, el cual llamó, AMARGO
PANACEA, y abrió una pequeña Botica, donde atendía
pacientes y los trataba con algunas "cucharaditas" de su
jarabe.
El producto resultó ser un paliativo a los procesos gripales de
sus pacientes, pero al paso de unos días de su elaboración,
comenzaba a fermentarse y adquirir un sabor más ácido, pero
agradable, lo que hizo que la demanda del tónico por los
pacientes fuera en aumento, y estos a su vez, comenzaron a
darle un uso más "recreativo" a la bebida.
Durante la Guerra de Restauración de la República, el General
Gregorio Luperón y un grupo de patriotas, tomaron la Fortaleza
San Luis de Santiago, que estaba custodiada por el General
Buceta que la defendían para propósitos de España.
Ante el avance de los dominicanos para asumir el control del
recinto militar, y los españoles considerarse vencidos, Buceta
ordenó a sus tropas disparar sobre los techos de la Villa de
Santiago, en su mayoría de Paja o Cana, lo que causó un
enorme incendio en la hoy ciudad Corazón.
El voraz incendio consumió casi por completo el pueblo y las
instalaciones de Erasmo, quien había creado la destilería LA
SIN RIVAL, corrieron la misma suerte,
fueron convertidas en cenizas.