Miguel Cruz portaba carnet que lo acredita «asistente técnico honorífico» de Medio Ambiente

Otro aspecto que explica la facilidad con la que el imputado Fausto Miguel de Jesús Cruz de la Mota accedía a las instalaciones del Ministerio de Medio Ambiente era el porte de un carnet que lo acredita como “asistente técnico honorífico” de la institución.

Dicho documento fue incautado por el Ministerio Público y es utilizado como un elemento que prueba la relación que Miguel Cruz sostenía con el Ministerio y con Orlando Jorge Mera, a quien le quitó la vida de seis disparos, supuestamente, por haberle negado unos permisos medioambientales.

Miguel Cruz llevaba una estela de atropellos al personal de Medio Ambiente, reseña el documento instrumentado por el Ministerio Público. Estaba inconforme con la gestión de su amigo de infancia, Orlando Jorge Mera, porque no se le concedía sus permisos sin sustentos: “Hice campaña y no me resuelven”, dijo momentos antes de entrar al despacho del funcionario y asesinarlo.

La investigación del organismo persecutor reseña que “el imputado asistía de forma constante al Ministerio, lugar donde se presentaba sin cita y de manera prepotente e imponente pretendía ser atendido por Jorge Mera”, sin importar que tan apretada tuviera su agenda.

El imputado se creía con el derecho de mandar en esa institución bajo el argumento de que “había que resolverle y que no se le estaba dando la atención que merecía”, establece el expediente.

“Las evidencias muestran que el imputado había estado tratando de que se le otorgaran permisos múltiples, pero se quejaba de forma airada de que no le resolvían nada e incluso esta situación provocó que hace menos de un mes amenazara al consultor jurídico del Ministerio, Edilio Segundo Florián Santana”, reza el documento con el que el órgano persecutor pide prisión preventiva para el imputado.

Citó como una de las inconformidades del imputado la denegación del permiso que se le realizó a la empresa bajo investigación Aurum Gavia, S.A.

Según las indagaciones, esta empresa había solicitado un permiso para exportar cinco mil toneladas de baterías usadas. Pese al rechazo del mismo, Aurum Gavia S.A. había reintroducido la solicitud. Dicho documento en original lo tenía Miguel Cruz en sus manos, aseguró el organismo.