Los Emmy celebrarán lo mejor de la TV en una gala reinventada por la pandemia
Los Ángeles.- En un año imposible para el cine y los espectáculos en directo, la televisión ha emergido como aliada indispensable del entretenimiento. Un valor que los Emmy tratarán de destacar en plena pandemia con una fiesta que reinventará por completo las tradicionales galas de premios.
Los galardones más importantes de la pequeña pantalla se entregarán este domingo desde el Staples Center de Los Ángeles (EE.UU.), la sede simbólica de una ceremonia que no contará con invitados, ni alfombra roja, y conectará con 130 puntos repartidos por todo el mundo para homenajear a los premiados.
Tan solo su presentador, el humorista Jimmy Kimmel, estará presente en el escenario del evento que también dará la bienvenida a los gigantes empresariales de Apple y Disney tras su estreno en el negocio televisivo hace menos de un año.
DEL GLAMOUR DE LAS ALFOMBRAS ROJAS AL SOFÁ DE CASA
«Como probablemente ya suponías, no vamos a pedirte que vengas al centro de Los Ángeles. Este año, será igualmente la noche más grande de la industria televisiva, pero seremos nosotros quienes iremos a ti»; ese fue el mensaje que la Academia de Televisión estadounidense envió en sus invitaciones.
Los productores de la gala han querido evitar a toda costa abusar de las omnipresentes videollamadas y han enviado más de 130 cámaras de televisión en alta definición desde las que saludarán e intervendrán las estrellas.
El experimento marcará un patrón para el resto de ceremonias de la industria del espectáculo.
No habrá un escenario con minutos de oro memorables y tampoco código de vestimenta. «Si quieres vestir ropa formal, nos encantará, pero igualmente si estás en el Reino Unido y son las tres de la mañana quizá quieras llevar un pijama de diseño y que te grabemos desde la cama».
Desde los Globos de Oro hasta los Óscar tomarán nota del modo en el que los Emmy consigan sortear las complejas circunstancias de la pandemia y mantener el interés por un tipo de evento que, precisamente, destacaba por reunir a muchas estrellas con poca distancia social.
«WATCHMEN» DE HBO: LÍDER DE UNAS NOMINACIONES DOMINADAS POR NETFLIX
Formatos de celebración a parte, los Emmy descubrirán las ficciones más votadas por los académicos en un año de récord en consumo televisivo.
«Watchmen», la miniserie de Damon Lindelof y HBO que dio continuidad al célebre cómic homónimo, se postula como la producción favorita con 26 nominaciones, por delante de «The Marvelous Mrs. Maisel», con 20 menciones, y de «Ozark» y «Succession», que llegan con 18 candidaturas.
Esta producción podría recoger el testigo de «Game of Thrones» y «Chernobyl», las triunfadoras de la pasada edición que dieron la victoria a HBO sobre su principal competidor, Netflix.
Pero en esta ocasión, Netflix domina con rotundidad en la casilla de salida al aterrizar con 160 candidaturas, lejos de las 107 de HBO y a años luz de las 47 que sitúan a la cadena NBC en tercer lugar.
También las nominaciones de «The Mandalorian» (Disney+) y «The Morning Show» (Apple TV+) suponen un buen estreno para las dos compañías que acaban de lanzar sus plataformas de «streaming».
INTERPRETACIÓN: FUERTE COMPETICIÓN FEMENINA Y AUSENCIA DE LATINOS
En interpretación, la categoría que se presenta más reñida es la de mejor actriz dramática.
Jennifer Aniston, Olivia Colman, Zendaya, Jodie Comer, Laura Linney y Sandra Oh se batirán por una estatuilla que ha dejado fuera de concurso a nombres de Hollywood como Elisabeth Moss, Viola Davis y Nicole Kidman.
Aunque ya es más que habitual ver a estrellas de la gran pantalla en los premios de la televisión, siguen llamando la atención las candidaturas de Jeremy Irons y Hugh Jackman por sus trabajos en miniseries, o la de Meryl Streep en categoría de reparto.
El otro titular reseñable es que, en un año en el que toda la industria audiovisual ha subrayado su compromiso con la diversidad, en los Emmy no hay representación latina.
Motivo por el que el actor y director John Leguizamo no verá la gala: «Es increíble que nuestras historias no se estén contando y solo hay una razón para eso (…). Los ejecutivos no nos ven, no nos entienden, no se preocupan por nosotros», añadió en una entrevista reciente.