Los destinos turísticos debemos cuidarlos en extremo.

Por Fernando Despradel
La prensa vespertina incluyó hoy una información original y muy preocupante:
«el robo de 3 monos, una escopeta y dinero» en un complejo ecoturístico llamado MonkeyLand, ubicado en Imbert.
La misma reseña indica que la empresa que administra los Charcos de Damajuana en Altamira también ha sufrido las embestidas de los antisociales en varias oportunidades.
Estos hechos resultan preocupantes porque los miles de turistas que visitan ese importante polo turístico no le debe pasar por la cabeza «ni que existen muchachos malcriados» en ese paraíso.
También han ocurrido horrendos crímenes a propietarios de fincas a manos de nacionales haitianos.
Las autoridades deben disponer de sus mejores cuadros para combatir estos perturbadores incidentes que pudieran causar daños a la imagen turística de la zona.
Recursos de inteligencia tecnológica y agentes investigativos deben con prontitud investigar, apresar los delincuentes y cerrar estos casos para tranquilidad de todos.