López Obrador confirma la renuncia del fiscal del caso Ayotzinapa y denuncia presiones para entorpecer la investigación
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó la renuncia de Omar Gómez Trejo, el fiscal que investigaba la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y denunció que el Gobierno está recibiendo presiones para entorpecer la causa judicial.
«La Fiscalía [General de la República] va a nombrar a otro fiscal. Nada más quiero decirles a los padres, a las mamás de los estudiantes, a ellos me dirijo, que tengan confianza que nosotros vamos a continuar con la investigación», afirmó el mandatario en conferencia de prensa.
También reconoció que la salida de Gómez Trejo se debe a que al interior del Gobierno hay desacuerdos sobre los cauces que ha tomado la investigación, en particular sobre los pedidos de captura que se emitieron durante el último mes en contra de decenas de supuestos responsables, entre ellos exfuncionarios y militares, algunos de las cuales se suspendieron.
«Hay diferencias y se respetan todos los puntos de vista (…) el fiscal se va porque no estuvo de acuerdo con los procedimientos que se siguieron para aprobar las órdenes de aprehensión», dijo.
Desde la semana pasada, versiones periodísticas revelaron la confrontación que existía entre el fiscal general Alejandro Gertz Manero y la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa que Gómez Trejo encabezaba desde 2019.
Su salida desató una nueva polémica ya que se concretó justo en medio de la conmemoración del octavo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes, que ocurrió entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014.
Por ejemplo, el Centro Pro Derechos Humanos, representante legal de los familiares de los jóvenes de Ayotzinapa, calificó como «lamentable» y preocupante» la renuncia de Gómez Trejo ya que demuestra la indebida injerencia de la FGR en la investigación.
Polémicas
Los escándalos alrededor de uno de los casos más emblemáticos de violaciones a los derechos humanos en México recrudecieron durante los últimos días luego de que Gertz Manero suspendiera decenas de órdenes de aprehensión sin informarle a Gómez Trejo.
Fuentes de ambas dependencias han señalado que los roces se deben a que algunos funcionarios consideran que las acusaciones debilitan al Ejército como institución y se debe ser más cauteloso al momento de revelar nombres de militares involucrados y pedir sus arrestos. O, de plano, excluirlos por completo de la causa judicial. Es decir, dejarlos impunes.
Por el contrario, el propio López Obrador ha considerado que el reconocimiento de delitos de algunos de sus miembros fortalece a las Fuerzas Armadas.
En el mismo sentido se ha pronunciado el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, quien también encabeza la Comisión de la Verdad para Ayotzinapa que el mes pasado presentó un Informe que devela cómo ocurrió la desaparición y quiénes son los responsables.
El documento fue presentado con franjas negras en varias de sus páginas para evitar la difusión de detalles escabrosos sobre la muerte de los jóvenes, ya que ello los revictimiza a ellos y a sus familiares. También se taparon nombres de presuntos culpables y chats telefónicos que prueban las maniobras que realizaron la noche del crimen, ya que ello podría afectar el debido proceso y anular la investigación.
Sin embargo, el Informe Ayotzinapa se filtró a la periodista Peniley Ramírez, quien lo publicó completo el fin de semana, lo que desató una oleada de críticas por la falta de sensibilidad hacia los familiares y porque su difusión puede entorpecer la causa judicial y ayudar a los acusados.
Filtraciones
En medio de las desaveniencias de los funcionarios, el presidente denunció este martes que está recibiendo «muchas presiones de todo tipo y de muchas partes», pero aun así tiene la firme voluntad de hacer justicia.
«Estoy acostumbrado a resistir. Que no estén pensando nuestros adversarios conservadores, los corruptos, los que ordenaron este crimen, los que encubrieron a los responsables, los seudo defensores de derechos humanos, que en realidad son partidarios del conservadurismo, que no estén pensando que van a descarrilar la investigación», advirtió.
López Obrador insistió en que su Gobierno seguirá adelante sin limitaciones, a sabiendas de que habrá más denuncias públicas que solo buscan que el caso quede impune.
«Van a querer enrarecer y descalificar la investigación. No lo van a lograr. Que sepan que, así como ellos van a apostar a difamar, a degradar, a debilitar a las instituciones, lo mismo vamos a hacer nosotros, respetando la libertad de expresión, informándole al pueblo de todo», aseguró.
El presidente reiteró su respeto a los familiares de los jóvenes desaparecidos y descartó que la filtración completa del Informe Ayotzinapa afecte la investigación.
«Los padres son lo único que importa, lo más limpio y puro que hay. Lo más sincero, lo más íntimo. Todo lo demás, hasta los más cercanos supuestamente defensores, abogados y todo, ya es otro asunto. Hay unos auténticos y otros muy falsarios, acostumbrados a traficar con el dolor humano, a sacar provecho», lamentó.
Con respecto a la filtración, recordó que él mismo era partidario de dar a conocer el Informe sin testar, es decir, sin cubrir con cinta negra determinados datos porque sabía que sus adversarios podrían aprovecharlo para tergiversar la investigación.
«Cuando no se esconde nada es mejor pero, en este caso, están de por medio los sentimientos de los padres, porque hay cosas muy feas, horrendas, que sucedieron», señaló.