La unidad en el PLD
Por Franklin Puello
Hay que ser justos dentro de la actual coyuntura y admitir que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha logrado cierto éxito en su proceso de reorganización interna, tras la salida forzosa del expresidente Leonel Fernández y la amenaza persistente sobre expedientes por alegada corrupción en sus gobiernos.
Los peledeístas aún permanecen bajo el escrutinio público por un alto nivel de rechazo acumulado por descuido cometido durante las gestiones del expresidente Danilo Medina, quien padece el trago amargo por el hecho de que varios de sus hermanos están en prisión por la acusación de hechos reñidos con la ley.
Sin embargo, el PLD ha definido su estrategia de oposición y se ha enfrascado en el proceso que conllevará a la escogencia de su candidato presidencial para los comicios de 2024.
Los aspirantes Abel Martínez, la exvicepresidenta Margarita Cedeño, Francisco Domínguez Brito, Maritza Hernández, Karen Ricardo y Luis de León tienen la misión de contribuir la cohesión interna entre los peledeístas sin promover fricciones que pongan en peligro la unidad y el proyecto trazado para retornar al poder, con la total garantía como lo ha manifestado el expresidente Danilo Medina.
Sin embargo, me preocupa un elemento que atenta la unidad a la que aspiran la cúpula y la militancia del PLD. El afán de miembros del Comité Político de inclinar sus preferencias hacia determinado precandidato presidencial podría exacerbar los ánimos y no contribuir a la reorganización de cara a las elecciones.
Tenemos los casos de Jaime David Fernández Mirabal, Melanio Paredes y Danilo Díaz, quienes han anunciado su apoyo a Cedeño, pero así lo harán otros altos dirigentes, con su total derecho, pero creo que el momento es extemporáneo y precipitado para que los integrantes del Comité Político traten de inclinar la balanza de las simpatías de acuerdo a sus intereses particulares. Esto es muy peligroso.