Por José Ricardo Taveras Blanco.

Las cosas comienzan un día y nadie las percibe, las consecuencias llegan después provocando un súbito despertar. En este momento, conforme a versiones de economistas, el gobierno, el Banco Central y el sector financiero, para meterle la mano políticamente al P. Luis Abinader han forzado, de facto, la creación de un mercado paralelo de divisas, hay dólares, pero nadie los puede vender a la tasa formal porque se pierde dinero, las transacciones a la tasa del “mercado” están pautadas y circunscritas a pequeñas sumas, los importadores forzados a pagar tasa real impactando la inflación por encima de los valores que se supone arrojaría la formalidad.

El Banco Central anunció que inyectaría US$200 M para forzar la tasa a la baja, no sé si lo ha hecho pero antes el solo anuncio relajaba el mercado y ahora aconteció lo contrario sin que nadie haya escuchado nada mas de las autoridades monetarias.

En medio de esto, el presidente dice en un acto político que no nos preocupemos por el dólar mientras cuadra la tasa del presupuesto al 61 y pico.

A veces el que se muere no llega a enterarse por qué, aparecen los síntomas y como “el que no sabe es como el que no ve” los ignora hasta que el desenlace lo sorprende.

Solo pido que si vamos a entrar en algún momento a la formalización de un semi corralito del ahorro en dólares e instauramos nuestro dólar blú, no le llamemos igual, no quisiera ver los argentinos acusándonos de plagio.

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