La guerra de Ucrania y sus protagonistas

Pòr Luis Cepeda Peña

No hay ninguna duda de que el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, está logrando el objetivo que se planteó con la guerra que le hace a Ucrania, que no es únicamente para derrotar militarmente a los ucranianos, sino para darle a entender al mundo que su nación es la primera potencia militar.

¡Ese es el objetivo principal! Creemos que la potencia mayor es Estados Unidos, por el simple hecho de que sus dólares, aunque no tuvieran respaldo, o como decimos los dominicanos, sin fondo, es la moneda más fuerte del universo.

El dólar vale en todos los países. Pero Putin, un maestro en el desarrollo de la propaganda política y militar, logró neutralizar a sus adversarios, en este escenario de guerra con Ucrania, con su amenaza de iniciar una guerra nuclear.

Para afianzar esa advertencia, destruyó parte de una planta nuclear de Ucrania, país que resiste a ese gran poderío.

La guerra se desarrolla porque el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, le pidió a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), compuesta por miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea la afiliación de su país, acción que es rechazada por Vladimir Putin, que no es más que afinar su plan, que también busca no dejar acercar a esa entidad a su zona de influencia.

Ucrania es un país que forma parte del sistema democrático mundial. Hay millares de muertos y heridos, de ambos bandos, pero la destrucción de pueblos es en contra de los ucranianos, los cuales-en su mayoría-prefieren morir peleando, en desventaja, que entregar su patria.

El Ejército de Rusia tiene 768 mil miembros y la reserva es de 1 millón 578 mil 573, casi todos en disposición de combatir, para una cantidad de 2 millones 346 mil 573, sin incluir las Fuerzas Especiales.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania, dirigidas por el Presidente Volodímir Zelenski, están formadas por 250 mil efectivos activos y un millón de reservistas, para una cantidad de un millón 250 mil, superadas por Rusia en más del doble, aunque como consecuencia de la guerra, los números ya variaron.

En armamentos militares, Rusia, aunque no se sabe la cantidad que tiene, se cree que supera a Ucrania en más de 10, figurando sofisticados tanques, helicópteros y aviones de guerra.

Ucrania está peleando sola y el Presidente Putin está dirigiendo una de las potencias militares más poderosas del mundo, que ataca sin piedad a los ucranianos con misiles o sus tanques, destruyendo edificaciones ocupadas por civiles, sin dejar de mencionar las estructuras donde hay soldados, como es el caso de los aeropuertos.

También debemos decir que Putin le metió miedo a la OTAN, la cual alega no enfrentar a Rusia para “evitar” una guerra nuclear. La Unión Europea (UE) está cumpliendo con sanciones impuestas contra Rusia, como también Estados Unidos, Alemania, España y otras naciones.

Pero debemos admitir que las sanciones especiales económicas contra Rusia, le están haciendo mucho daño.

El costo de la guerra es altísimo para Rusia. Los problemas económicos aumentan en su población, que al igual que todas las naciones del mundo, sufren los efectos del COVID-19.

Pero cuando pase la guerra, Rusia tendrá que reconstruir a Ucrania, gane o pierda, para cumplir con obligaciones internacionales. Ahora Putin no le está haciendo caso a las posiciones mundiales en contra de su país, pero no hay duda de que sus problemas económicos y sociales serán catastróficos. ¡Ya la población tiene problemas para retirar dinero en sus bancos comerciales!

Putin podría ganar la guerra, porque su nación, con sus gobiernos aliados, tiene todo el poder, aunque nunca pensó que el pueblo ucraniano es un ejemplo de lealtad a su democracia. Millares de niños, jóvenes, hombres y mujeres mueren a causa de los bombardeos rusos. ¡Pero también están muriendo soldados rusos invasores!

Pero Rusia, aunque gane la guerra en combates, la pierde ante el mundo, porque la mayoría está con Ucrania. Es verdad que Rusia es una de las mayores potencias petroleras y de gas, pero sus gastos internos dependen-en su mayoría- de su comercio exterior, que también se le agrega la venta de granos.

Lo lamentable es que la otra gran potencia (China), esperara que ocurrieran tantos daños civiles y militares para hablar de una posible mediación. La expansión comercial de Rusia y hasta de la misma China, podrían ser muy afectadas en América Latina. Pensamos que las relaciones diplomáticas de esas potencias en América Latina, van a mermar en vez de aumentar.

La actitud asumida por el Presidente Joe Biden, de Estados Unidos, de no intervenir en la guerra con más presión, no necesariamente en combate, tiene dos efectos a considerar. Uno es que si el pueblo norteamericano rechaza la postura mantenida por Biden, el ex jefe de Estado, Donald Trump, podría retornar a la Casa Blanca, pero si es aplaudido, tiene asegurada la reelección.

Lo mismo ocurriría con el primer ministro del Reino Unido, Alexander Boris de Pfeffel Johnson. En este caso, los gobernantes de la Unión Europea podrían manejar la situación más fácil. El problema de este “juego” es que Estados Unidos y la Unión Europea, tienen una gran dependencia de Rusia por los millres de barriles de petróleo o gas limpio que reciben diariamente de los rusos.

Rusia recibe enormes cantidades de millones de dólares y euros diariamente por la venta de ese combustible, al que se le agrega el gas limpio, aún en plena guerra.

Rusia sigue enviándoles petróleo y gas a esos países diariamente, mientras que éstos depositan cada día de guerra enormes cantidades de dólares y euros por ese concepto. O mejor dicho, el intercambio de petróleo y gas por dólares o euros, sigue normal.

A Rusia le hace más daño dejar de depender comercialmente de parte de su negocio con Estados Unidos y la Unión Europea, que a los últimos. Rusia necesitará mucho dinero para los gastos que tendrá que hacer para reconstruir a Ucrania y luchar para calmar los ánimos de sus habitantes.

Esos problemas serán mayores para el Presidente Putin cuando termine la guerra, debido a que su pueblo estará esperando a sus soldados, pero sucede que son cientos o miles de ellos que ya están muertos. Ese problema no lo tendrá el Presidente de Ucrania, porque es la víctima del conflicto armado y es el líder del país invadido.

Ucrania tiene muchos muertos, heridos y destrucciones jamás conocidas después de la segunda guerra mundial. Aún con todos los muertos, heridos y destrucciones en Ucrania, de ambos lados, el mundo quiere la paz, porque los sufrimientos de sus familiares, también tocan nuestros sentimientos.