LA ERA DE LAS ENSALADAS
Las primeras noticias que se conocen sobre la elaboración y consumo de ensalada se remontan al año 600 a. C. en Persia. Sin embargo, el origen etimológico de la palabra ensalada parece ser que está en la “herba salata”, que se consumía ya en el Imperio Romano y que consistía en una forma de consumo de vegetales crudos aliñados con agua y sal.
La palabra ensalada proviene de “insalare”, que aludía al hecho de añadir sal a los alimentos.
Sin embargo, y aunque la sal esté en el origen, el aceite se añadió casi al mismo tiempo a ese aliño primario, mejorando la presentación y el sabor de las verduras que disponían para el consumo.
Finalmente, el vinagre y el limón seguirían el orden lógico de aparición, redondeando el plato y permitiendo una mayor durabilidad.
La ensalada es, indiscutiblemente, la reina del verano, aunque es un error pensar que su consumo se limita solo a esta calurosa temporada, pues la amplia variedad de este plato incluye opciones calientes.
La ensalada básica de la cocina dominicana es la lechuga, tomate, pepino, repollo y remolacha. Luego está la ensalada rusa, que se consume principalmente en Navidad o alguna celebración especial.
Sin embargo, actualmente la preparación está viviendo una verdadera revolución, hoy día son toda una explosión de sabor, color y la variedad de aliños es infinita.
Durante años la lechuga fue la reina de este plato, pero en los últimos años hemos ido mucho más allá en cuestión de ensaladas. Primero llegó el boom de la espinaca, luego el de la rúcula y últimamente el kale, ese superalimento que ha conquistado desde los más renombrados chefs hasta los simples mortales.
Hoy por hoy consumir ensaladas no tiene reglas; se admiten todo tipo de mezclas en un bowl: vegetales, hortalizas, frutas, carnes, mariscos, pastas, pescados, embutidos, frutos secos, no hay excusa para no consumir un alimento saludable, puesto que la variedad y presentación de este producto se han multiplicado y prácticamente hay una propuesta distinta para cada día de la semana.
Ya la ensalada no es solo una guarnición o complemento del almuerzo, es posible consumirla, además de entrada, como plato fuerte; todo depende del tipo de ingredientes que lleve. Igualmente es el platillo por excelencia de los regímenes de dieta para adelgazar.
Ensalada de col o ‘coleslaw’
Lleva la col (repollo) cruda. Además del ingrediente que le da nombre, se prepara con zanahoria, lombarda, piña o manzana.
Ensalada Waldorf
Sus ingredientes son manzana, nueces, apio, lechuga, pasas y mayonesa. La inventó en 1893 el famoso hotel Waldorf de Nueva York
Ensalada griega
País cuna de la dieta mediterránea, hace un homenaje a sus mejores ingredientes típicos. Lleva tomate, cebolla, pepino, pimiento, queso feta y aceitunas negras. Su secreto radica en la frescura de los ingredientes y en el tamaño del corte, que será en daditos y tiras medianas.
Ensalada rusa
Esta ensalada se prepara en casi todo el mundo. La receta original lleva papa, huevo cocido, pepinillos en vinagre, zanahoria, pollo o jamón, guisantes y mayonesa. Sin embargo, en RD, por ejemplo, los vegetales van cortadas en forma de cubitos, y se le añade cebolla, remolacha, guisantes dulces y no lleva carne. Además de mayonesa el aliño incluye aceite de oliva y vinagre.
Ensalada César
Quizá la ensalada César sea la más famosa de las ensaladas.
El sabor del aderezo es lo que lo vuelve especial. Lechuga, crotones (pan tostado en cubitos) queso parmesano, trozos de pechuga de pollo, son los ingredientes base.
Ensalada verde
La ensalada mixta es en realidad la base de otras ensaladas. La receta básica de la ensalada mixta es: lechuga romana, tomate y cebolla con un poco de aceite de oliva.
Sin embargo, se le puede añadir a estos cuatro ingredientes un sin fin de opciones como atún, aceitunas, huevo cocido y zanahoria rallada…