Iglesia Católica ordena 17 nuevos diáconos permanentes
La mañana de este sábado en la Catedral Primada de América, se llevó a cabo una Solemne Eucaristía de ordenación Diaconal, en la que diecisietes laicos comprometidos recibieron el ministerio del orden por imposición de Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de América.
El grupo ordenado corresponde a la Promoción San Pablo VI de la Escuela de Diaconado Permanente de la Arquidiócesis de Santo Domingo, quienes recibieron una formación académica durante cuatro años consecutivos en el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino.
Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo de Santo Domingo, presidió la Solemne Ordenación de Diáconos Permanentes, acompañado de sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos de esta Arquidiócesis de Santo Domingo.
El acto comenzó con la procesión, la cruz y el libro de los Evangelios junto con los nuevos diecisietes (17) candidatos, luego de la lectura del Santo Evangelio inició propiamente el rito de ordenación con la elección de los candidatos. Fue Mons. José Amable Duran Obispo Auxiliar Electo para la Arquidiócesis de Santo Domingo, quien presentó a los candidatos ante Mons. Francisco Ozoria Acosta.
Durante su homilía, Mons. Francisco Ozoria Acosta expresó que la diaconía es una dimensión de toda la Iglesia en cuanto que todos los cristianos, todos los discípulos misioneros de Jesús, están llamados a ser servidores. Destacó que la vocación cristiana es vocación al servicio, que Dios llama, a algunos miembros a un servicio especifico, a participar del sacerdocio de Jesucristo mediante el sacramento del Orden Sacerdotal, que se realiza en tres grados: Primer grado: el Episcopado, Segundo grado, el Presbiterado y el Tercer grado: el Diaconado.
Enfatizó en la fidelidad a un ministerio diaconal de servicio, testimonio y colaboración, esto por supuesto en favor del pueblo de Dios.
Posterior a la homilía, los Diáconos Permanentes declararon sus promesas con un contundente “sí, quiero”, “sí, lo prometo” y “sí, quiero, con la ayuda de Dios”. Fue entonces que aconteció la emotiva imposición de manos y plegaria de ordenación.
Fue entonces cuando al momento en que el Arzobispo de Santo Domingo impuso sus manos sobre cada uno de los candidatos arrodillados ante el altar. Puestos de pie como diáconos permanentes fueron revestidos con la estola cruzada y la dalmática.
Mons. Francisco Ozoria les entregó a cada uno el libro de los Evangelios diciendo: Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo, y cumple aquello que has enseñado. Finalmente, el saludo de la paz.
Los diecisietes nuevos Diáconos Permanentes de la Arquidiócesis de Santo Domingo son: Alcides Omar Payano Pérez, Alexander Efraín Soto Ovalles, Américo Alejandro Bordas Coradín, Daniel Pérez Severino, Deivy De Jesús López Santos, Felipe Reyes Espejo, Héctor Ramón Urbaez Matos, José Monegro Muñoz, José Peña, Juan Evangelista Rivas Morillo, Juan Lino Liranzo Rodríguez, Luis Alberto Pimentel Caraballo, Rafael Antonio Díaz García, Ramón Andrés Estévez Rodríguez , Ramón Fernando Celeste Portes , Teófilo Paredes García, Yudis Manuel Terrero Pérez.
La iglesia sigue suscitando hombres a servirles, tomando en especial a estos que con vasta experiencia matrimonial, han decidido conjuntamente con sus familias, entregarse al servicio de la Iglesia.
Durante el mes de agosto la Arquidiócesis de Santo Domingo a través de las Vicarías Episcopales Territoriales a ordenado nuevos diáconos, el pasado 22 de agosto fueron ordenados por Mons. Benito Ángeles seis diáconos en la Vicaría Territorial Santo Domingo Este, mientras que el día 11 de agosto en la Vicaría Oeste Mons. Faustino Burgos Brisman ordenó dos diáconos permanentes.
Antes de impartir la bendición, Mons. Francisco Ozoria bendijo las insignias Episcopales de Mons. José Amable Durán Tineo, Obispo Auxiliar Electo de la Arquidiócesis de Santo Domingo, que este usará el próximo sábado 12 de septiembre en su Ordenación Episcopal.
Esta hermosa ceremonia contó con una presencia reducida de fieles católicos debido a la pandemia, quienes llenos de alegría, valoraron la ordenación como una gran fiesta de la Iglesia Arquidiocesana.