Francisco «Coco» Cordero: Una Historia de Triunfo y Humildad

En el programa HISTORIAS DE LOS GRANDES DEPORTISTAS, los atletas no solo comparten las hazañas que marcaron sus carreras deportivas, sino que también revelan el lado más afectivo y personal de sus vidas. Uno de los relatos más conmovedores fue el del destacado lanzador de Grandes Ligas, Francisco «Coco» Cordero, quien, con profunda emoción, compartió anécdotas que reflejan su conexión con la primera institución de la sociedad: la familia.

Cordero, nacido y criado en un sector popular de Santo Domingo, Perantuen, proviene de un hogar humilde donde aprendió los valores que lo guiaron a lo largo de su vida. Con los ojos llenos de lágrimas, recordó cómo su madre, quien trabajaba en una casa de familia, solía guardar la ración de comida que le correspondía en su lugar de trabajo para compartirla con él y sus hermanos al llegar a casa. «Esos momentos», relató Cordero, «son un tesoro y un vivo ejemplo del amor maternal».

El lado más humano del atleta también quedó al descubierto cuando contó el doloroso episodio de recibir una llamada mientras se encontraba en los Estados Unidos, como miembro de un equipo de Ligas Menores de los Tigres del Detroit. Su hermano le informó que su padre había sido ingresado en un centro médico público en estado delicado de salud. Al regresar al país y entrar a la sala del hospital, Cordero pasó varias veces frente a su progenitor sin lograr reconocerlo. «Aquí está el viejo», le dijo su hermano, «la enfermedad y el tratamiento lo han ido consumiendo».

Estas vivencias moldearon a Cordero, haciéndolo un ser humano humilde y dispuesto a ayudar a los necesitados. Además, se convirtió en un ejemplo para sus hijos. Uno de los momentos más significativos en su vida, según él mismo relató, fue cuando su hijo mayor le expresó su admiración no solo por sus proezas en el béisbol, sino también por el ejemplo de vida que representaba. Sin embargo, su hijo tomó una decisión diferente a la de su padre: en lugar de una pelota de béisbol, decidió tomar un lápiz para escribir y seguir el camino de las aulas.

Cordero recordó con orgullo cuando su hijo mayor le anunció que se matricularía en una universidad en Nueva York, en lugar de la que él había elegido en el estado de Florida. Aunque el expelotero le ofreció la posibilidad de estudiar en una institución más prestigiosa, su hijo respondió: «Sé que puedes hacerlo, pero quiero dedicarme a estudiar y demostrarte que puedo ser un profesional que te llene de orgullo, estudiando en un centro de 10 mil dólares con el mismo entusiasmo que en uno de 30 mil».

Francisco «Coco» Cordero tuvo una carrera meritoria en la MLB, en la actualidad es el cerrador dominicano con más partidos salvados y el tercero en toda Latinoamérica, solo detrás del panameño Mariano Rivera y el venezolano Francisco «K» Rodríguez. Su historia es un referente para todos los jóvenes que aspiran a abrirse paso en la vida, especialmente en el béisbol, mostrando que el verdadero éxito no solo se mide en el campo de juego, sino también en la fortaleza de los valores y el amor por la familia.