Estados Unidos y Canadá discuten con socios sobre la intervención en Haití
Estados Unidos y Canadá han conversado con una «variedad de países» sobre su voluntad en participar en una misión internacional que ayude a Haití a afrontar su crisis humanitaria y de seguridad, informó el jueves Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos.
Blinken reiteró que se trata de una fuerza internacional ajena a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que ayudará a restablecer el flujo de la ayuda humanitaria que se necesita en Haití.
El funcionario estadounidense se encuentra en Canadá en un viaje de dos días que incluye, entre otros temas, abordar la situación de Haití, donde la violencia de las pandillas ha obligado a miles de personas a dejar sus hogares en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.
«Los esfuerzos de Canadá se centrarán en apoyar soluciones lideradas por haitianos Mélanie Joly »
Mélanie Joly
Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá
“
Blinken se reunió con Mélanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores canadiense, con quien, en una rueda de prensa en conjunto, señaló que el objetivo es apoyar a la Policía Nacional de Haití, que actualmente no cuenta con los recursos humanos ni equipos para enfrentar las bandas armadas. La proporción de policías con respecto a la población se estima en 1.06 agentes por cada mil habitantes, por debajo del estándar internacionalmente reconocido de 2.2 por cada mil.
Joly también señaló la importancia de abordar la crisis política en Haití, que lleve a la celebración de elecciones. “Debemos asegurarnos de que el ambiente para que se lleven a cabo estas elecciones sea el adecuado, pero para ello es necesario abordar las cuestiones humanitarias y de seguridad”, expresó Joly.
Estados Unidos busca que un país aliado lidere la misión de asistencia, limitada y de “alcance cuidadoso”, pero nadie se ha ofrecido voluntariamente para hacerlo. Tampoco EE. UU. lo ha hecho, pero dijo que respaldaría con recursos directamente a quien se ofrezca.
EE. UU. rechazó que la resolución que redactó junto a México para autorizar la misión internacional esté en peligro de fracasar ante el Consejo de Seguridad de la ONU. El subsecretario de Estado para las Américas, Brian Nichols, se mostró optimista a que, a principios de noviembre, tanto una resolución como un liderazgo para la fuerza estarán definidos.
La idea de enviar una misión con fuerzas extranjeras a Haití surgió luego de que el propio gobierno haitiano, liderado por el primer ministro Ariel Henry, solicitara a la comunidad internacional el despliegue de una fuerza especializada para ayudar a frenar la crisis humanitaria. Además, el secretario general de la ONU, António Guterres, también propuso que uno o varios países envíen una fuerza de acción rápida.
Canadá envía misión
Canadá envió una delegación a Haití para examinar el papel que puede desempeñar en responder a la actual crisis humanitaria y de seguridad. Joly dijo en un comunicado que la comunidad internacional tiene “un papel importante” que desempeñar en la respuesta a la crisis haitiana y que la misión investigadora que se envió busca conocer cómo puede contribuir a ella.
Canadá señaló que sus esfuerzos se centrará en apoyar soluciones lideradas por haitianos para restaurar el acceso a bienes y servicios esenciales, por lo que ha realizado consultas con socios regionales de la ONU, la Comunidad del Caribe (Caricom), entre otros, según un comunicado del gobierno canadiense.
“Canadá y la comunidad internacional están preocupados por la violencia en Haití, en particular contra mujeres y niñas. Canadá no permanecerá inactivo mientras las pandillas y quienes las apoyan aterrorizan a los ciudadanos de Haití y continuaremos apoyando a los haitianos respetuosos de la ley para poner fin a la crisis en su país”, aseguró Joly.
10Millones dólares canadienses otorgó Canadá para el lanzamiento de un fondo colectivo de donantes.
Mientras tanto, Estados Unidos y Canadá entregaron al gobierno haitiano vehículos tácticos, blindados y suministros a la Policía Nacional de Haití para la lucha contra las bandas, las cuales atacan estructuras vitales, como la terminal petrolera Varreux, la más importante del país.
El bloqueo, desde mediados de septiembre, ha provocado la paralización de servicios críticos como la distribución de agua y el saneamiento, la recogida de basura, electricidad y los centros de salud.