El voto femenino: farsa de Trujillo

Por Miguel Guerrero

El 16 de Agosto del 1942 las mujeres dominicanas obtuvieron por primera vez el derecho a votar… por Trujillo.

Conmemorar el 80 aniversario de ese hecho tiene una parte oscura que muchos temen señalar puesto que no fue un derecho a escoger, lo que en realidad cercenaba la iniciativa.

La mujer dominicana tuvo la libertad de votar libremente en las elecciones de diciembre del 1963, que ganó Juan Bosch, donde compitió con otros candidatos al solio presidencial.

La participación de las mujeres, y de los hombres, en los procesos electorales durante la dictadura Trujillista era un mero protocolo, pues se estaba obligado a escoger al sátrapa o sufrir las consecuencias hasta de un voto en blanco.

El “acontecimiento” de 1942 le dió la oportunidad a la dictadura de exhibir sus “logros democráticos” y sirvieron para exaltar las “virtudes” e inflar el ego de quien suprimió la democracia dominicana en su máxima expresión.

Durante los oprobiosos años de Trujillo en el poder los votos opositores casi siempre eran cero, mientras el partido gobernante obtenía la totalidad de los sufragios.

¿En un ambiente así se podía celebrar el voto de la mujer? Evidentemente que no.

En los 31 años del régimen de terror implantados en la República Dominicana, el derecho al voto fue pisoteado y es un gran error celebrar esta fecha pues dista mucho de ser un logro.

Se puede hablar de que las mujeres que tomaron esa iniciativa fueron el germen para votar en el 1962 sin la necesidad de una ley posterior al ajusticiamiento y la caída del trujillismo.

De modo que el próximo año podemos celebrar el 60 aniversario del derecho al voto de la mujer dominicana y el de muchos hombres que por primera vez acudieron a un proceso libérrimo en décadas.