Por Alfredo de la Cruz

La Dirección Ejecutiva del Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha decidido que la elección de sus nuevas autoridades será por una Convención Nacional de delegados que de acuerdo con Rafael Santos Badia que hizo el anuncio se ajusta a su acta constitutiva.

Esto plantea un gran problema ya que la Convención Nacional de delegados vendría a ser una representación muy reducida que podría restarle legitimidad, según se desprende de las declaraciones de dirigentes como Ramón Alburquerque y Guido Gómez Mazara aspirantes a la presidencia del PRM que han cuestionado ese método de elección.

Gómez Mazara ha estado empeñado en que las nuevas autoridades partidarias sean electas mediante una convención abierta para que las bases tuvieran participación. Por lo que ha dicho que va a apelar esta decisión. Aunque la experiencia nos señala que las posibilidades de tener éxito son bastante exiguas.

Guido está reclamando el respeto al derecho que tienen las bases a elegir sus autoridades para lo cual dice que va a hacer la impugnación por los canales correspondientes.

Por su parte, Ramón Alburquerque ha referido que sería un contrasentido de la dirección del PRM que llegó por voto popular, intentar quedarse usando un recurso antidemocrático como lo es la asamblea de delegados que él llama “funcionarios asalariados”.

Sin embargo, dirigentes de larga data del PRM como Deligne Ascensión y Geanilda Vásquez afirman que la decisión de la Dirección Ejecutiva es muy positiva para evitar gastos. No obstante, el próximo viernes 18 el Pleno Nacional de Dirigentes deberá ratificar, modificar o rechazar este mecanismo de elección para la renovación de las autoridades de este partido político.

Estas actuaciones de los partidos políticos, hemos de reconocer que dejan muy mal parada la democracia interna y sobre todo la renovación de las estructuras dirigenciales de los partidos políticos que en el caso del PRM, cuando eligió las actuales autoridades, fue visto muy bien por la sociedad dominicana, al ser el único partido del sistema de partidos políticos nacionales que colocó gentes jóvenes al frente de su dirección, comenzando por su presidente José Ignacio Paliza y su secretaria general Carolina Mejía.

Gran parte del éxito del PRM, podríamos decir que precisamente se debe, a que llevó gente joven a su dirección y que presentó caras nuevas al electorado, logrando llevar gente joven al Congreso Nacional como el mismo José Ignacio Paliza o Faride Raful.

Ante los errores de fuerzas políticas como el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que dejó por cerca de 20 años a la misma dirección partidaria (Leonel Fernández y Reinaldo Pared Pérez) cercenando las posibilidades a nuevos rostros de acceder a la dirección de aquel partido para renovar esa anquilosada estructura de dirección que en la práctica sigue siendo el Comité Político.

Obviamente el PLD no tenía dos figuras de tanto arraigo en sus bases como si lo tiene el PRM, como lo son: Guido Gómez Mazara y Ramon Alburquerque, esté uno de acuerdo o no con actuaciones específicas de ambos.

Tras de estos movimientos interno en el PRM estarían, según se comenta, acuerdos entre los sectores de Hipólito Mejía y de Luis Abinader que perseguirían como en la célebre obra el Gato Pardo, del autor italiano, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, y publicada póstumamente, cambiarlo todo para dejarlo igual, con Carolina Mejía en la secretaria general y José Ignacio Paliza en la presidencia del PRM.

Esto parecería señalar que los partidos del sistema político dominicano son demócratas cuando están en la oposición, pero una vez llegado al poder devienen en conservadores y aborrecen los cambios y las renovaciones. Una cosa es en la oposición y otra cosa muy distinta es en el poder.

Aquí el detalle es que, el PRM debiera verse en el espejo del PLD para no cometer los mismos errores que dieron como resultado la repulsa de la sociedad dominicana que terminó por sacar a aquel partido del poder.

Particularmente pienso que en el PRM debe primar la inteligencia, el dialogo, las negociaciones y los acuerdos con los sectores en disputas. Cuiden y preserven a Guido un tipo inteligente que maneja excelentemente bien una gran herramienta política y tal vez la principal: la comunicación y cuiden a Ramón un individuo muy sabio y que puede aportar mucho. Un proyecto releccionista sin ellos, es un tanto difícil vendérselo a las bases.