El Ministerio de Educación tirará a la basura 3,800 millones de pesos al elaborar nuevos libros de texto
La afirmación del Ministro de Educación de que el Estado ahorrará 5,500
millones de pesos al año al elaborar nuevos libros de texto es falsa, afirmó hoy la
representante legal de la editora Actualidad 2000.
SANTO DOMINGO-. Al sustituir de manera repentina los libros de textos
comprados y pagados entre los años 2021 y 2022, el Ministerio de Educación
arrojará a la basura 3,800,000 de pesos, recursos provenientes del Erario y de los
contribuyentes.
La denuncia fue hecha por la abogada Luz Díaz, representante de la editora
Actualidad 2000, SRL, que ha presentado una denuncia y una petición de
investigación al MINERD por ante la Dirección General de Compras y
Contrataciones Públicas.
La jurista señaló que el Ministro de Educación, Ángel Hernández, ha ofrecido
cifras erradas a la ciudadanía al asegurar que se ahorrará 5,500, 000 millones de
pesos anualmente si el MINERD imprime sus propios libros. Aclaró que en el
histórico de esa institución se demuestra que nunca las compras han ascendido a
ese monto.
Recordó que entre 2021 y 2022 se emitieron dos ordenanzas en las que se
aprobaron 402 libros de textos, luego de 4 años en los que hubo que presentar esos
libros a todos los niveles de evaluación del MINERD, como lo establece la
ordenanza 26-2017. Díaz fue entrevistada por Jacqueline Morel en Telematutino
11, por Telesistema.
Agregó que el ministro Ángel Hernández pretende que se olviden esas compras de
libros y tirar a la basura los 3,800 millones de pesos pagados por el Estado, por lo
cual es falso que haya algún ahorro con la impresión de nuevos textos de parte de
la institución, bajo contrato que se desconocen con universidades y otras
organizaciones y personas.
Explicó que siempre se hace una primera compra, como sucedió entre el 2021 y
2022, y posteriormente se realiza una recompra ascendente a un 20% o 25% del
total, dependiendo del deterioro de los libros. “En los libros de secundaria que son
textos digitales que se compraron en el 2022, esos ni siquiera se distribuyeron, ni
siquiera el Ministerio que en su plan de distribución de libros de textos establece
que había una plataforma digital realizada por ellos, una aplicación que no la
realizaron, no distribuyeron esos libros, por lo que esas compras que están desde el
2022, las están tirando a la basura”.
Recordó que, en el año 2021, siendo Ángel Hernández asesor del Poder Ejecutivo
en materia de educación celebró la aprobación de esos libros y que, al llegar a la
posición de Ministro de Educación, aseguró en un tuit, el 15 de septiembre de
2022, que el MINERD disponía de esos libros de texto, pero que 88 días después
ante el Consejo Nacional de Educación dice que todos esos libros deben ser
echados a la basura porque la institución hará sus propios libros.
Argumentó que el ministro no ha dicho cuáles son las reales causas de ese viraje de
la política editorial dominicana, la cual califican de ilegal, por lo que se encuentra
en los tribunales de la República Dominicana.
“Nosotros (Actualidad 2000) particularmente también estamos cuestionando la
forma en la que ha habido las contrataciones a esas universidades, a esos
intelectuales, a los cuales el ministro, a dedo, ha seleccionado en violación de la
Ley de Compras y Contrataciones” señaló Díaz.
Explicó que el proceso de contratación de intelectuales y universidades se realizó
con “un secretismo” que llama la atención, y el mismo debe ser revisado, razón por
la cual Actualidad Escolar denunció el proceso ante la Dirección General de
Contrataciones Públicas. Agregó que no hubo llamado público, ni posibilidad de
participación de todo el sector.
Pero el problema -recalcó Díaz- es que la contratación pública implica el principio
de participación: “Usted no puede preseleccionar a quien usted va a contratar.
Sobre todo, cuando usted está aniquilando una industria, cuando está decidiendo
cambiar toda una política sin una fundamentación legal”, dijo.
En ese sentido manifestó que si el ministro de educación realmente tiene una
propuesta para cambiar la política editorial dominicana, la que está fijada en las
normas, tiene que hacer un proceso transparente, sentarse en la mesa del diálogo y
presentar una propuesta donde obviamente, se modifique todo el marco normativo.