Devotos católicos acuden a venerar la Virgen de la Altagracia en Higüey
SANTO DOMINGO.-Oraciones como muestras de agradecimiento por logros alcanzados, suplicas a Dios por la salud y la intervención de la Virgen de la Altagracia por el futuro del país, caracterizaron los actos de celebración del día de la madre espiritual de los dominicanos.
Los 4,680 metros cuadrados de la Basílica no fueron suficientes para la cantidad de devotos que acudieron a la celebración, donde muchos de estos permanecieron por más de 24 horas durmiendo en casas de campaña o a la intemperie en los alrededores del templo para cumplir con sus promesas que son parte esencial de la devoción “mariana”.
Abinader y Gonzalo se abrazaron durante la misa.
Vestidos de colores blanco, morado y dorado, los creyentes visitaron el santuario a cumplir promesas, muchos de estos de rodillas, mientras que otros cumplían repartiendo dinero a personas con discapacidad que cada año acuden, lo que también motiva la concurrencia de mendigos y pedigüeños que abundaban ayer.
De igual forma, muchos de los católicos allí presentes portaban velones en manos y otros obsequios, mientras que en los alrededores las personas hacían largas filas para llegar hasta el interior del santuario para tocar y besar el cuatro de la Virgen.
Devoción
Aracelis Paulino, residente en la provincia Hermanas Mirabal, llegó a la Basílica el pasado domingo en horas de la tarde para acudir a la misa como es su costumbre.
Sin embargo, este año tenía un motivo especial: ofrecer plegarias a La Virgen por la recuperación de una sus piernas, la cual debido a una enfermedad que afecta su movilidad.
“Yo confió en que mi Virgen de La Altagracia me va a escuchar y sanar”, manifestó la mujer con sus manos extendías hacía el cielo.
Presidente y primera dama tocan el cuadro de la Virgen.
En los alrededores del santuario, el cual estuvo bajo un estricto dispositivo de seguridad, permanecía un fuerte hedor a orina acompañado por los desechos de los visitantes, quienes se quejaron por la poca cantidad de baños para poder hacer sus necesidades fisiológicas.
Asímismo, el lugar estuvo aupado por decenas de vendedores ambulantes, los cuales se quejaban por las bajas en las ventas, según estos debido a que la visita de los feligreses fue menor este año.
Debido a la celebración, son ofrecidas varias misas, alguna de estas en el idioma créole debido a la gran cantidad de devotos de nacionalidad haitiana que acuden a venerar a la Virgen, algunos quienes viajan desde el vecino país.
Actos
El acto oficial comenzó con la interpretación del himno nacional por parte de la banda de música de las Fuerzas Armadas, acompañado por disparos de 21 salvas de cañones.
La misa principal estuvo oficiada por el obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, y estuvo presente el presidente Danilo Medina, su esposa Cándida Montilla de Medina, la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, el canciller Miguel Vargas Maldonado, el ministro de Defensa, teniente general Rubén Darío Paulino Sem y los comandantes de los organismo castrenses. Fue celebrada bajo estrictas medidas de seguridad.
De igual forma, participaron los candidatos a la Presidencia por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo, quienes se dieron el «abrazo de paz» durante la misa.
La Basílica de Higuey fue inaugurada el 21 de enero de 1971, a cargo del entonces presidente Dr. Joaquín Balaguer. El 12 de octubre del mismo año fue declarada como Monumento Dominicano, y el 17 de octubre del mismo año el Papa Pablo VI la declara como Basílica Menor.
¿Cómo llegó el cuadro de la Virgen?
Tradición. La celebración por el Día de La Altagracia es el 21 de enero debido a que en esa fecha del año 1691 el ejército español venció al francés en la Batalla de la Sabana Real, que se llevó a cabo en la parte Este de la Isla de La Hispaniola.
Dicha fecha fue escogida por los españoles como agradecimiento a la Virgen, a quien le habían rogado permitir vencer a sus adversrios.
La imagen de la virgen habría sido traída al país en 1502 por los hermanos Alonso y Antonio Trejo, provenientes de la localidad de Extremadura, España, donde, según historiadores, la Virgen de La Altagracia se le apareció por primera vez a un agricultor sobre un árbol y su nombre significa “la más alta gracia venida de los cielos”.