Consecuencias económicas mundiales
Por Felix Santana
Es cotidiano ver que el mundo se debate entre un acontecimiento y otro, preocupando a la humanidad, ya que muchos de ellos ponen en peligro la calidad de vida de los habitantes de un país.
En la actualidad, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) y el Banco Mundial (BIRF), entre otras instituciones económicas que analizan constantemente la situación económica de los países.
Estos Organismos se expresan profundamente preocupados por el giro tan pronunciado que han dado los últimos acontecimientos internacionales, a la luz de la invasión de Rusia a Ucrania.
Acontecimientos que están dejando una estela de pavor, estrés y consecuencias económicas y financieras negativas que deben ser revertidas en el corto y mediano plazos.
La humanidad, ha pasado por grandes acontecimientos catastróficos de toda índole, destacándose aquellos que han tenido un carácter económico y financiero, que a pequeñas y grandes comunidades les ha tomado más de una década recuperar.
Estos Organismos de manera horrorizada, se han manifestado alarmados por la guerra que se escenifica entre Ucrania y Rusia.
Ahora bien, la preocupación es válida, ya que dicha conflagración está tomando una ruta que no era la esperada, al extremo de que se hable hasta de una Tercera Guerra mundial, que fácilmente pondría a la humanidad ante una devastadora crisis, que no solo se limitaría al aspecto económico, sino también, alteraría la vida de la humanidad.
Tocar este tema de manera recurrente, no es para menos, ya que la humanidad está viviendo momentos difíciles e inesperados y de impredecibles consecuencias.
Es costumbre ver al ciudadano común o de a pie, persignándose ante tal o cual acontecimiento, que los lleva a exhibir bajo perfil, comprender que se es humano y a elevar votos al Altísimo implorando misericordia.
Los organismos además de los ya mencionados, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), advierte que los actuales acontecimientos, reducirían los suministros de energía, comida, propiciaría el aumento de precios e incrementa significativamente la pobreza, así como también, perjudica la recuperación post pandemia a nivel mundial y alteraría los medios de subsistencia de la región.
Así también, la economía mundial se resentirá con un crecimiento más lento, perturbaciones en las transacciones comerciales y los más pobres o vulnerables serían los más afectados.
Advierten los señalados organismos, que los países vecinos a Ucrania, sobre todo, padecerán perturbaciones en el comercio, en la cadena de suministro y tendrán que hacer frente a la ola de refugiados.
Los mercados financieros también se verán afectados, con una incertidumbre que repercutirá en el precio de los activos, endurecerá las condiciones financieras e incluso, podría «engendrar» flujos de capitales fuera de los mercados emergentes.
Ante esta calamitosa situación, los Organismos Internacionales no se han quedado de brazos cruzados y han auxiliado con 2,000 millones de euros (2,200 millones de dólares) del BERD, que cubre principalmente la seguridad energética y nuclear; una provisión de 668 millones de euros (737 millones de dólares) por parte de la BEI; 1.400 millones de dólares de asistencia de emergencia por parte del FMI y 925 millones de dólares del Banco Mundial.
En el plano local, los Organismos Internacionales se han acercado a la nación dominicana para corregir los entuertos que deja la crisis, al ofrecer asistencias técnicas no reembolsables, levantando diagnósticos para modernizar y reformar la gestión financiera del Estado e introducir mejora sustancial en la situación del agua y la agricultura mediante facilidades crediticias con miras a paliar los efectos de la guerra.
Mientras eso ocurre, el gobierno dominicano, presidido por el Licenciado Luis Rodolfo Abinader Corona, se emplea a fondo en aumentar los subsidios, focalizar estos en mejorar la calidad de vida del pueblo al mitigar los efectos negativos de la preocupante guerra que pudiese acentuarse aún más. En ese sentido ha dispuesto un incremento de las tarjetas de débito Supérate y a las ya existentes proporcionándole ayudas especiales.
Realmente, la situación es difícil, al extremo de que el gobierno dominicano se concentra en la actualidad, en reformular el Presupuesto General del Estado, en el marco de los aumentos de precio del petróleo, la energía, materias primas y bienes primarios, aumentos de los fletes, entre otros elementos que pudiesen afectar el costo de la vida de los dominicanos y este responda a las verdaderas necesidades de la población.
El Gobierno, para lograr lo anterior, disminuye gastos innecesarios y procura aumentar los ahorros para dirigirlos hacia los subsidios sociales, lleva productos que se comercializan en los mercados del Inespre a las distintas cadenas de supermercados a precio subsidiado, tal como también, subsidia semana tras semana, los precios de los combustibles, aumenta las raciones alimenticias y el número de comedores económicos que ya cubren todo el territorio dominicano.
Es fácil gobernar o administrar en la abundancia, en bonanza en un ambiente menos turbulento o de menos incertidumbre, no así, en situaciones de altos precios, en pandemia, en guerra, en crisis. Eh ahí donde se prueba al buen administrador. El presidente Luis Abinader Corona lo demuestra día a día al encabezar un gobierno que administra la cosa pública, ante una crisis sanitaria sin precedente y una crisis inflacionaria que no se vivía desde hace unos 12 años.
Sin lugar a dudas, dejando la mezquindad atrás, hay que otorgarle créditos al gobierno dominicano, que con valentía, trabajando las 24 horas y los 7 días de semana, con determinación, combatiendo la corrupción y ahorrando el más mínimo centavo para devolverlo en bienes y servicios al pueblo, para que no se quede un solo dominicano en degustar los nutrientes básicos para la vida.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com