Comienza hoy la temporada ciclónica del Atlántico 2022

LA HABANA (Prensa Latina).- La temporada ciclónica del Atlántico comienza hoy y se extenderá hasta el 30 de noviembre con un 65 por ciento de probabilidad de tener una actividad superior a lo normal, según previsiones.

Esto convertiría al 2022 en el séptimo período consecutivo de actividad por encima de la media establecida, precisó mediante un comunicado la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).

Aunque este año las previsiones son de entre 17 y 21 tormentas con nombre, contrario a lo sucedido en 2020, 2021 y a las depresiones o tormentas tropicales adelantadas en las últimas seis etapas; no se formó ningún fenómeno meteorológico en el Atlántico antes de la fecha de inicio de la temporada.

Debido a esa situación se consideró cambiar el día de comienzo al 15 de mayo; pero los organismos especializados internacionales solo se quedaron en los procesos de observación.

El rango probable en el actual período contempla de seis a 10 tormentas que podrían convertirse en huracanes con vientos de 119 kilómetros por hora (km/h) o más, detalló la NOAA.

Incluye, además, de tres a seis grandes huracanes (categoría tres, cuatro o cinco en la escala Saffir-Simpson; con vientos 179 km/h o superiores.

Este 2022 empezará a nombrar con Alex, seguido de Bonnie, Colin, Danielle, Earl, Fiona, Gaston, Hermine, Ian, Julia y Karl.

A la lista se añadieron también Lisa, Martin, Nicole, Owen, Paula, Richard, Shary, Tobias, Virginie y Walter.

El evento de La Niña en curso y las temperaturas del océano Atlántico prepararon el escenario para una temporada de huracanes por encima del promedio, estimó la fuente especializada.

Otras cuestiones que repercuten, según la NOAA, son vientos alisios tropicales del Atlántico más débiles, y un aumento del monzón de África occidental causante de muchos de los huracanes más fuertes y de mayor duración durante el grueso de las estaciones.

La temporada de 2020 está considerada como histórica, pues alcanzó niveles sin precedentes y estableció un nuevo récord para la cantidad de tormentas con nombre: 30.

El año siguiente fue casi igual de prolífico con 21 de esos fenómenos, siendo el tercero más activo registrado en términos de sistemas con nombre y que obligó a los meteorólogos a utilizar la totalidad de la lista de denominaciones por segunda etapa consecutiva.