Machado y Tatis Jr. se roban el show
Hubo una vez, antes de que los Orioles cambiaran a Manny Machado a los Dodgers en la última temporada del estelar previa a la agencia libre, cuando Buck Showalter era el único mánager que había dirigido a Machado. Entonces, Showalter vio todo en primera fila: El talento y el estilo, las controversias que iban desde correr las bases hasta peleas, pasando por el esfuerzo a la hora de jugar, o la falta del mismo. Manny siendo Manny, en otras palabras.

Showalter vio la habilidad de Machado para jugar en el campo corto o la tercera base y su talento para dar 37 jonrones en una temporada. Siempre supo que Machado iba a cobrar a lo grande algún día y que terminaría en el equipo que le ofreciese la mayor cantidad de dinero.

Terminaron siendo los Padres, gracias a un acuerdo de US$300 millones y 10 años. No fue lo que consiguió Bryce Harper cuando firmó con los Filis. Pero estuvo cerca. Esto fue lo que dijo Buck cuando se enteró de que su pupilo terminaría en San Diego:
“Bueno, oficialmente están listos para ser buenos”.

Machado dio otro grand slam la noche del miércoles, tras conectar uno ante los Dodgers la semana pasada. El del miércoles fue para dejar en el terreno a los Rangers en el 10mo inning. Manny hizo esto, por supuesto, dos noches después de que el talentoso joven dominicano que juega a su izquierda en el cuadro interior de los Padres – Fernando Tatis Jr., quizás lo han oído nombrar—conectara “el grand slam del que se habló en todas partes” también contra Texas, porque lo disparó en cuenta de 3-0 en un juego abierto y aparentemente rompió una de las reglas no escritas del béisbol al hacerlo.

(Mi amigo David Israel, quien alguna vez fuera columnista en Washington, Chicago y Los Angeles, dijo que la razón por la que algunas de estas reglas no están escritas es porque si usted terminara escribiéndolas, la gente se daría cuenta de lo tontas que son algunas de ellas).
El jueves, San Diego contó con otro cuadrangular con bases llenas, estableciendo una marca de Grandes Ligas con cuatro juegos seguidos dando grand slam.

Tatis llegó al viernes con 12 vuelacercas además de 29 carreras empujadas y .312 de promedio. Eso significa que tiene el doble de jonrones de Manny, quien ahora está empezando a encenderse tras un arranque lento. Pero los muchachos en el lado izquierdo del cuadro de los Padres son un espectáculo digno de admirar, y en San Diego esperan que ese sea el caso por muchos años. Tatis tiene 21 años. Machado todavía tiene apenas 28.

Manny dio 32 bambinazos por los Padres la temporada pasada, y como es usual, hizo cosas a la defensa que hay que ver para creer.

Como el otro día cuando los Padres estaban usando una formación defensiva y Manny estaba a la derecha de la segunda base en terreno corto del jardín derecho e hizo una tremenda atrapada de espaldas al plato en la zona de seguridad por la esquina del bosque derecho. Es el primer antesalista que imita a Willie Mays en los jardines.

Manny no va a ser el mejor jugador de su propio equipo en estos años por venir, sin importar cuánto le estén pagando los Padres. Tatis será el mejor jugador de San Diego por muchos años.