Cañadas siguen como vehículos de basura hacia ríos del Gran Santo Domingo y el litoral

La acumulación de residuos sólidos en calles y avenidas, que luego van a cañadas, ríos y al Mar Caribe son las principales fuentes de enfermedades y contaminación del ecosistema, por lo que los cabildos deben emplearse a fondo para evitarlos, de acuerdo al ingeniero Eleuterio Martìnez, miembro de la Academia de Ciencias.
En tanto que el experto municipal y exregidor del Distrito Nacional, Waldys Tavera, considera que los cabildos están imposibilitados de gestionar un buen servicio de recolección y disposición de la basura ya que el Poder Ejecutivo les sustrae el 250% de los recursos que deben recibir a través de la Ley 166-03.
Martínez subraya que la salud pública depende esencialmente de los niveles de contaminación del medio en que se desenvuelven los seres humanos. Por ello, afirma, urge de una labor eficiente de las alcaldías en la recolección y disposición final de los residuos sólidos. Citó cañadas como la de Guajimía, en Santo Domingo Oeste, que se ha convertido en un constante dolor de cabeza para quienes habitan en sus alrededores.
Aboga además, por una política de educación ciudadana en torno a manejo de residuos sólidos, desde las escuelas.
Señala que el país es una vergüenza por la cantidad de plásticos que se observan en las calles, cañadas, ríos y el Mar Caribe, cuando la tendencia en el mundo es reducir esos materiales.
El asesor en asuntos municipales, Waldys Tavera precisa que a las alcaldías el gobierno central y el Congreso Nacional sustraen RD$47 mil millones anuales, un 250% de los recursos que deben recibir de acuerdo a la Ley 166-03 del Distrito Nacional y los Ayuntamientos. Esa Ley, precisa, ordena al Poder Ejecutivo entregar el 10% de las recaudaciones estatales a los gobiernos locales; sin embargo, durante el año que concluyó apenas llegó al 2.7%, mientras que para el 2020 no llegaría al 3%.
Estima que los ayuntamientos se encuentran prácticamente estrangulados económicamente, lo que hace imposible gestionar la disposición final de los residuos sólidos.
Considera que el programa Dominicana Limpia no pasa de ser una buena intención, utilizado como propaganda mediática.
Mediante un recorrido ayer se observaron cañadas del Gran Santo Domingo tapadas de residuos sólidos, como Guajimía, en Santo Domingo Oeste, Bonavide y el Arrozal, en La Ciénaga y Los Guandules, en el DN.

Serbia Rodríguez, quien habita a pocos metros del desembocadura de la cañada El Arrozal, informó que en la vecindad hay varios casos de dengue y malaria, fruto de la acumulación de basura. Teme que ante cualquier crecida de la cañada sus viviendas sean inundadas, debido a que las aguas están totalmente represadas por la basura, lo que también sucede con los vecinos de la desembocadura de la cañada Bonavide, así como los residentes en el barrio Renée Klang de Guzmán, en Santo Domingo Oeste.
Cañadas y basura
A pesar de que el gobierno ha intervenido 11 de la las principales cañadas del Gran Santo Domingo, con una inversión de RD$960,187,970.68, entre ellas Guajimía, en SDO, Bonavide, El Arrozal, en La Ciénega y Los Guandules, así como Villa Eloísa, en Las Cañitas y Gualey, así como la del Diablo, en la Zurza. Estas siguen sin la terminación que evite que residuos sólidos y las aguas residuales vayan a los ríos Haina, Ozama e Isabela. De acuerdo con Alejandro Montás, director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo alrededor de 400,000 personas residentes en los alrededores de esas y otras cañadas se benefician con las obras que forman parte del Plan Maestro del Alcantarillado de SD. El Arrozal fue inagurada el 2 de febrero de 2016.