Brebaje de mitos y realidades que contrastan entre si

Por Rafael Ramirez Ferreira

Porque: “Nunca le atribuyas a tu enemigo,

intenciones peores que las tuyas”

¿De qué medios ha de valerse

un hombre para vengarse de

sus enemigos?

De la corrección de sus

propios errores.

Tortosa.-

Diariamente asistimos a la supuesta creación de hechos y cosas fabulosas, narradas de manera tal, que alteran la veracidad o importancia de los mismos; creíbles, solo para aquellos que pierden el buen sentido de lo real o imaginario, quizás, agobiados por una locura causada por hacer uso endiablado del Poder que los hace crear fantasías y mitos, en donde su ambición los hace vivir de ilusiones que revolotean en sus desfasadas mentes. Son como los mitos religiosos, llevados al fanatismo desde la aparición del hombre sobre la tierra, donde se hicieron tradiciones orales que narraban cosas creadas solo en sus mentes, principalmente, con todo lo relacionado a los hechos para los cuales no tenían explicaciones, sí, nos seguimos refiriendo a los mitos.

Tenemos por ejemplo la Muerte, aterradora y negativa de la razón de morir, creando para eso, paraísos, juicios y hasta guardianes protectores en otras dimensiones desconocidas. Todavía en estos tiempos, el mito de la muerte definitiva no existe y el hombre continua creando mitos a su alrededor, y aún existen lugares, donde año tras año, les llevan comidas a algo que ya no existe en esta dimensión espacial, en tanto otros, son sacados de sus tumbas para cambiarles sabanas y festejar con el cadáver.

Este largo preámbulo, es para referirme al gran mito que se ha creado sobre lo que se supone, el mejor sistema de gobierno creado por el hombre, exaltando sus grandes virtudes y bonanzas para el bien vivir. Me refiero a la Democracia, que a mi humilde opinión, guarda una gran relación con el mito de la muerte.

Quizás sea cierto, que es el mejor sistema de gobierno, dadivoso y permisivo, donde todas las acciones indelicadas son justificadas por ella misma, como condición sine-qua-non para su propia existencia, según los llamados a mantenerla pura pero que, al mismo tiempo, son las que la conducen hacia la prostitución.

Me refiero claro está, a los políticos, principalmente los que ostentan el Poder Legislativo, hacedores de leyes que se convierten en los primeros en burlarse de ella, ya que algo que debería ser ilegal, esto es, legislar para su propio beneficio, ellos crean su propia inmunidad y su propio blindaje. Actualmente el gobierno busca dinero desesperadamente para poder mejorar nuestro sistema de vida, pero este conglomerado de “Honorables”, en específico -para no entrar de nuevo con los “Pobres Padres de Familia”, se ha constituido en uno de los principales obstáculos para el progreso de nuestra democracia y quizás, la principal causa –incluyendo el Covid-19- por la crisis económica que padecemos.

Vivimos perdidos en estériles discusiones y proposiciones, pero nadie le exige a estos señores cumplir con y por lo que fueron elegidos, ya que, a pesar de ser excelentes copistas de leyes foráneas, solo con la intención de decir que iniciaron tantas o cuales de ellas, no han sido capaces de supervisar el cumplimiento de las mismas. Es por eso que los culpo, y es por eso que son culpables de esta crisis, porque permitieron e hicieron que durante el pasado gobierno, déspota, ruin, abusivo, corrupto e indolente, se llevaran a cabo diabluras económicas, bajo el amparo de un manto de inmunidad e impunidad que aún se desconoce su profundidad, pero que, día a día, como gota de agua, van escurriendo del cofre blindado, en que fueron encerradas.

Quizás sea cierto que la democracia sea el mejor sistema de gobierno pero, por igual, en una de su más cacareada fortaleza, como es la libertad, es que estriba la mayor de sus debilidades, ya que los políticos hacen lo que les viene en ganas, con acciones que en medio de esta heredada pandemia económica-política-social, constituye un crimen, una puñalada en el centro del pecho de la democracia que supuestamente defienden. Y digan si no es así, que solo en este mes, se adjudicaron más de 30 millones para sus políticas ambiciones personales. J…er. ¡Sí señor!