Por Alberto Quezada

El mes de Abril está marcado en la historia política y social de la República Dominicana como un espacio de tiempo en el cual se han registrado acontecimientos trascendentales que han marcado el rumbo del país para bien o para mal.

Al hacer retrospectiva nos damos cuenta que no es un mes cualquiera, sino que es un periodo tiempo en donde los dominicanos han dado muestras de civismo, rebeldía, dignidad, decisión, coraje y frustración. Por lo tanto, Abril es un mes para pensar

Decimos que es un mes para pensar, porque en la actual coyuntura, estamos asistiendo a la imposición de una convivencia social banal, en donde se intenta en cada abril borrar todo, desmitificar héroes, desarticular culturas y abolir tradiciones.

Insisto que abril es un mes para pensar, porque por más que lo intenten no se podrá borrar de la memoria histórica del país, aquel Abril de 1984 en donde hubo un levantamiento de la población debido al alza de los precios luego de una Semana Santa.

Abril es un mes para pensar, porque en unos de sus días, también la población se lanzó a las calles a quemar gomas, mujeres y hombres protestaban en las calles en contra del FMI por el gobierno de Jorge Blanco luego de haber firmado un acuerdo de ¨stand by¨que imponía fuertes ajustes económicos.

Abril es un mes para pensar, porque durante ese periodo se produjo una de las demostraciones más hermosas de valor, patriotismo y dignidad del pueblo dominicano conocido como la Guerra Civil Dominicana de 1965.

Digo y traigo a cuento, que abril es un mes para pensar, porque en ese mismo periodo, pero en el siglo pasado, se produjo la segunda ocupación estadounidense de la República Dominicana (1965-1966), la cual torció de manera radical el destino dominicano.

Abril es un mes para pensar, porque recuerda el agradable aniversario de la promulgación de la Constitución de 1963, lo que constituyó un paso de avance en el proceso emancipador del pueblo dominicano.

Y llegamos a este abril del siglo XXI, añorando un porvenir que aún no se esclarece, donde el tiempo dilata los sueños y lo convierte en eternidades. Por eso abril, es un mes para pensar.