La nieve de la Antártida se vuelve verde por los efectos del cambio climático
Un equipo de investigadores británicos ha creado el primer mapa a gran escala de algas en la capa de nieve de la Antártida, que con el cambio climático es probable que sus costas tomen una tonalidad cada vez más verde.
Combinando datos satelitales con observaciones sobre el terreno, los autores del estudio, publicado este miércoles en la revista Nature Communications, encontraron 1.679 floraciones separadas de algas en la superficie nevada, que juntas cubrían un área de 1,9 kilómetros cuadrados, lo que equivale a un sumidero de carbono de aproximadamente 479 toneladas por año.
Para poner en contexto, es la misma cantidad de carbono que emiten aproximadamente 875.000 coches a gasolina circulando en el Reino Unido, explicó en un comunicado de la Universidad de Cambridge el doctor Matt Davey, quien dirigió la investigación.
Algas verdes en la nieve cerca de una estación de invertigación en Rothera Point en la isla Adelaida (Antártida).
Matthew Davey / University of Cambridge
Aunque cada alga individual es de un tamaño microscópico, cuando crecen en masa convierten la nieve en verde brillante y pueden verse desde el espacio. «Las algas de nieve son un componente clave de la capacidad del continente para capturar dióxido de carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis», dijo Davey.
Pronóstico sobre la masa de algas
Las floraciones de algas verdes de nieve se encuentran alrededor de la costa antártica, particularmente en las islas a lo largo de la costa oeste de la península antártica. Crecen en áreas ‘más cálidas’, donde las temperaturas promedio son un poco superiores a los 0 ºC durante el verano austral. Además, se descubrió que la distribución de las algas verdes también está fuertemente influenciada por las aves marinas y mamíferos, cuyo excremento actúa como un fertilizante altamente nutritivo para acelerar su crecimiento.
«A medida que la Antártida se calienta, pronosticamos que la masa total de algas de nieve aumentará», dijo por su parte el doctor Andrew Gray, coautor del estudio.