Agresividad y amenazas llegan al ASDE de la mano de espalderos de Manuel Jiménez

Las amenazas y expresiones agresivas e intimidantes llegaron hoy al Palacio Municipal del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, de la mano de espalderos del nuevo alcalde Manuel Jiménez.

Para muestras, dos botones que parecen indicar por donde va la cosa, algo nunca visto en toda la historia del ASDE, desde su fundación cuando el alcalde era Domingo Batista, siguiendo por Juan De los Santos; Jeannette Medina y Alfredo Martínez.

Este día 24 de abril, precisamente minutos antes de que Jiménez tomara posesión del cargo, con diferencia de apenas segundos, se escenificaron dos incidentes con tendencia a la violencia y claras amenazas e intimidaciones, en este último caso, contra quien escribe de parte de uno de los espalderos del síndico.

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En el primer caso, se trató de un incidente con un “seguridad” que nunca se le había visto en el ASDE, con un militante del Partido Revolucionario Moderno quien había colaboraba con la esposa de un regidor, a quien se le había quedado o extraviado la credencial para ingresar a un lugar desde donde ella podía ver el acto de toma de posesión.

El militante perremeísta fue increpado en forma agresiva por el “seguridad”, tras lo cual este se alejó del lugar de prisa cuando el el primero le reclamó que le respetara y le escuchara.

El segundo caso fue peor aún y fue protagonizado por un hombre calvo con bigotes copiosos que durante toda la campaña electoral integró el anillo más próximo de la seguridad de Manuel Jiménez. Aquel individuo se aproximó en forma agresiva a quien escribe.

Para hacerlo, y con una clara intención agresiva y provocadora, se despojó del “tapa bocas” para hablar a menos de medio metro de distancia directamente a la cara de este redactor y, eventualmente, lanzar su saliva sobre mi.

A pesar de que le solicitamos que se cubriera el rostro con la mascarilla, el hombre se negó a hacerlo y, en tono amenazante, nos advirtió que “a partir de hoy Manuel Jiménez es el alcalde”.

Lo peligroso de este individuo es que parece tener cierta animadversión con miembros de la prensa, lo que es su derecho, pero descubrirse la boca y hablar directamente sobre nuestro rostro, revela una intención criminal, ante una posible contaminación con el Covid-19.

Si él se despojó de mascarilla para hablarnos directamente a la cara es porque estaba consciente del peligro al que nos exponía, por tanto, le vemos intención criminal.

Por suerte para nosotros, llevamos la boca, los ojos, los oídos y las manos cubiertas con equipo de protección.

Sin embargo, desde ya advertimos sobre el nuevo clima de violencia y amenazas que ha llegado al Palacio Municipal, algo nunca visto y responsabilizamos a ese espaldero de Manuel Jiménez de cualquier agresión que pueda ser perpetrada contra cualquiera de los miembros de Ciudad Oriental.

En consecuencia, y visto el alto nivel de fanatismo y agresividad exhibida por este guardaespaldas del alcalde y otros de sus seguidores, nos guardamos el derecho de no asistir a ninguna actividad en la que esas personas estén presente. Nuestra seguridad está por encima de todo.

Hasta ahora hemos sorteado muchos peligros, pero donde quiera hay un fanático que puede mal interpretar lo que escucha en su entorno o en los labios de su jefe inmediato.

Es bastante posible que Manuel Jiménez no esté al tanto de esta conducta agresiva exhibida por uno de los hombres de seguridad que lo ha acompañado durante todos estos años.

Y, además, ojalá Manuel Jiménez no cargue con el fardo de que uno de los suyos se atreva a agredir, atacar o asesinado a un periodista.

Manuel no merece esa suerte, se lo digo yo que lo conozco desde hace bastante décadas.
Tomado de Ciudad Oriental.