“El Chamo” presenta rasgos evidentes de psicopatía, dice expresidente de Codopsi

Por Marcos Contreras. -El expresidente del Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi), Jairo Mercedes, dijo hoy que a pesar de no contar con estudios profundos entorno a la personalidad de José Luis Fermín Díaz, alias “El Chamo”, acusado de quitarle la vida a la odontóloga Lyda Amell, se puede concluir que se trata de una persona con una conducta psicopática.

“Las informaciones contenidas en la solicitud de medida de coerción instrumentado por el Ministerio Publico, nos dicen que estamos frente a una persona con fuerte tendencia a una conducta sicopática”, dijo el especialista durante una conversación con N Digital.

El profesional del comportamiento humano establece que el testimonio de la pareja de Fermín Díaz durante el interrogatorio que le realizaran las autoridades, lo describe como una persona con un bajo control de los impulsos, evidenciando a alguien que con facilidad puede tornarse violenta.

“Partiendo de la declaración de la pareja del joven, podemos notar que su actitud no solo coincide con la de un psicópata, sino que sus antecedentes son de un individuo con muy baja tolerancia a la frustración y poca inteligencia emocional”, planteó.

La pieza de sesenta y seis páginas depositada por el Ministerio Público para solicitar la medida cautelar contra Fermín Díaz, establece que la noche del suceso este se desmontó del vehículo en el que dejó el cuerpo de la doctora a las 8:52 p.m. y luego se dirigió a un hotel del Distrito Nacional donde tuvo relaciones con una trabajadora sexual hasta las 11:47 p.m. y al despedirse se dirigió hacia otro hotel, donde permaneció con un homosexual desde las 12:12 a.m. hasta el otro día a las 9:54 a.m.

Mientas que durante el interrogatorio formulado por parte del Ministerio Público, la pareja de “El Chamo” lo describió como un hombre que exhibe la necesidad de tener control de las cosas.

“Acelerado, él quiere que uno haga las cosas cuando él quiere”, dijo la mujer al describir al acusado.

El especialista enfatizó en que no debe confundirse la actitud del sicópata con la del sociópata, en el entendido de que el primero siente placer por hacer daño a una persona en específico con o sin razón, mientras el segundo muestra un rencor generalizado hacia la sociedad en sentido general por daños que sufrió en el pasado.

Mercedes trabajó durante años en varios centros penitenciarios dando tratamiento sicológico a los reclusos previo a su solicitud libertad de condicional en las cárceles de Monte Plata, San Pedro y San Francisco de Macorís.