José Ramírez, la otra guagua banileja, amenaza la marca de empujadas de Manny

Como si se tratara de tomar el listón a su compueblano y también infielder Miguel Tejada, José Ramírez tampoco puede ver compañeros en las bases sin que los lleve al lugar que quieren ir. Pero esta versión banileja de la guagua ya obliga, en mayo, a googlear o a desempolvar libros a los que prefieren informarse en papel.

La Para, como le llaman ya hecho una bigleaguer o Enriquito, como le conocen en Peravia, llegó a la jornada del lunes con 48 carreras remolcadas, líder en todas las Grandes Ligas y, de acuerdo al método de proyección de ESPN, con probabilidades de llevar hasta a 181 corredores al plato al final de la zafra.

Lo hace con un equipo que se embasa por debajo de la media de la liga; los Guardianes tienen un OBP de .307 cuando el promedio es .310. Los de Ohio son 27 en boletos recibidos y 25 en imparables entre 30 conjuntos.

En Cleveland, donde acaba de extender contrato que le pagará US$141 millones hasta 2028, ya comienzan a hacer las cuentas con relación al récord del club, en poder de Manny Ramírez en la campaña de 1999 cuando produjo 165 vueltas.

Esa cantidad de Ramírez, de 29 años, es la mayor en la MLB a color. Para encontrar la marca hay que irse antes de la Primera Guerra Mundial; las 191 de Hank Wilson (Cachorros) en 1930. Los otros 12 mayores remolcadores entre Ramírez y Wilson lo lograron entre 1887 y 1938, cuando la TV no había aparecido en el escenario del Big Show.

Valor y contexto

Si bien una corriente sabermétrica lleva años tratando de restarle mérito a esta estadística lo cierto es que las posiciones mejor pagadas siguen siendo ocupadas por jugadores a los que se les exige llevar compañeros al plato: inicialista (US$6,6 millones), bateador designado (US$6,5 MM), jardinero derecho (US$6,1 MM), guardabosque izquierdo (US$5,3 MM) y tercera base (US$5,1 MM) según Spotrac.

El perfil de Ramírez dice que la mayoría de sus vueltas las ha conseguido en la ruta (36), jugando de día (28), contra lanzadores derechos él bateando a la zurda (37) y con un out (27), aunque el infinito Big Data que la MLB aloja en la nube de Alphabet, Inc., ofrece detalles que ponen en mejor perspectiva su valía.

Hay 34 de esas rayas que llegaron con corredores en posición de anotar, 23 fueron ante relevistas, 10 en el séptimo capítulo y 12 cuando su equipo estaba detrás en la pizarra. De la mina de datos también se extrae que 35 de las anotaciones las produjo en partidos que los Guardianes ganaron, la segunda mayor cantidad en todo el béisbol en ese contexto, solo detrás de las 42 de Pete Alonso (Mets).

Ramírez lo consigue en una temporada en la que vuelve a competir el premio al Jugador Más Valioso, una donde Mike Trout está de vuelta y con el nivel que lo convirtió en el mejor pelotero de la década pasada.

El antesalista de Cleveland va con una línea ofensiva de .292/.388/.634 y un OPS ajustado de 193, es decir, que su contribución ofensiva es 93 puntos por encima de la media de la liga. Lidera la Americana en triples (4) y lleva 12 jonrones.

Cómo iba Manny

Cuando Ramírez había disputado el partido 43 como los que lleva Ramírez hoy el entonces guardabosquet derecho ya acumulaba 56 vueltas producidas, con una línea ofensiva de .335/.414/.602 y llevaba 12 vuelacercas.

Manny tenía 26 años para mayo con los entonces llamados Indios, su penúltimo allí antes de fichar con los Medias Rojas. Esa campaña fue tercero al MVP (tras Iván Rodríguez y Pedro Martínez) y finalizó con 44 cuadrangulares y 7.3 victorias sobre jugador reemplazo en la versión de Baseball-Reference (bWAR), si bien esa estadística no se contabilizaba.