Un hombre inmortal hasta prueba en contrario
Por Rafael Chaljub Mejìa
Miguel Ángel Muñiz es inmortal hasta que se demuestre lo contrario. Lo digo yo que lo conozco y sé de las veces que la muerte lo ha rondado.
Ingresé al Movimiento Popular Dominicano en 1969, me tocó trabajar junto a él y desde entonces oí las quejas de sus compañeros de que el Flaco, en el cariño de sus camaradas más cercanos, descuidaba su salud y era demasiado duro consigo mismo. Ese era un tema habitual entre nosotros, pero el hombre seguía en sus trece sin tomar descanso y comiendo poco.
En una ocasión cruzábamos una calle en la capital, él andaba con un hombro vendado por una cirugía reciente. Un yip lo arrolló, lo lanzó al pavimento y lo arrastraba mientras el hombre encogía las piernas para salirse de abajo de las ruedas del vehículo. En el instante lo di por muerto, la gente, alarmada, esperó lo peor, pero cuando acudí en su ayuda ya el hombre estaba de pie, aunque golpeado y sangrando a causa de las laceraciones.
Miguel Ángel no engordaba. La vida errante, las tensiones de la lucha política y la represión de la dictadura balaguerista de los doce años empeoraron aún más después que Miguel Ángel fue incluido entre los acusados del secuestro del coronel Crowley. Otto y Amín fueron asesinados, otros fueron enviados a la cárcel y el régimen ofreció públicamente una recompensa a quien delatara a Miguel Ángel.
Preso al fin en enero de 1974. Desmejorado físicamente como estaba, se temió que sucumbiera a la dureza del presidio.
En mayo, los presos políticos nos lanzamos a una huelga de hambre que duró doce días.
La preocupación de todos los compañeros de celda era el bendito flaco. Ocurrió que, después de más de una semana de ayuno andaba él derechito, arreglándoles los sueros o las almohadas a otros que, como yo, con menos años, ya habíamos perdido las fuerzas.
Miguel Ángel volvió a la calle en 1976, al trabajo y a la lucha, que han sido siempre la esencia de su vida. Delgado como siempre ya tiene noventa y dos años.
¿Que como sigue este sobreviviente terco y valiente, vencedor de las edades? Hace poco anunció en un video desde su propia parcela, que acababa de sembrar dos mil doscientas matas de plátanos.
No caben dudas: Un hombre de la historia y la excepcional calidad de Miguel Ángel es inmortal hasta que se demuestre lo contrario.