Por Virginia Padilla

Los niños felices por lo general lo siguen siendo una vez son adultos, y a su vez forman futuras generaciones capaces de vivir en felicidad, la cual hay que reconocer esta influenciada por varios factores.

“Quisiera ofrecerles un lente mágico para alcanzar la felicidad individual, pero no es posible, encontrarla es tan fácil y a la vez resulta muy complejo”. El viaje de la vida nos lleva por un camino hacia la felicidad, sin embargo, con frecuencia paramos o desviamos el tren que nos llevaría a encontrarla. Se trata de un autobloqueo, pues la felicidad está en el interior de cada uno de nosotros.

Como padres deseamos que nuestros hijos sean felices, esto nos lleva con frecuencia a cuestionar nuestro rol y a plantearnos la siguiente inquietud: ¿Qué estamos haciendo para que nuestros hijos sean hombres y mujeres de bien, que a su vez sean felices?

En tales casos, se nos olvida que educar, así como comer, amar y otras funciones vitales, es un verbo que hay que conjugar, por ende, necesita esfuerzo para obtener resultados positivos. A veces sin darnos cuenta entramos en un mundo de competencia, que se refleja en nuestras relaciones, en las relaciones con nuestros hijos y con otros padres.

En nuestra niñez se instala una especie de tarjeta lógica como las de las computadoras. Heredamos y aprendemos de nuestros padres una especie de configuración, que se establece en la infancia y nos acompaña toda la vida.

De manera inconsciente traemos esta lógica al presente y a veces decimos, hacemos, actuamos o reaccionamos de forma que no queremos y luego, tras un momento de reflexión, nos sentirnos mal por nuestra conducta.

Por eso es importante analizar con qué configuración estamos criando a nuestros hijos, qué legado conductual le vamos a dejar.

Sólo conociendo nuestras actitudes negativas podemos trabajar para cambiarlas.

No existe una receta para criar hijos felices, pero podemos tomar en cuenta ciertos parámetros clave que debemos fortalecer, tales como la correcta socialización, la autonomía, la cohesión, la democracia, la autoestima, así como desarrollar la resiliencia.

El lenguaje que usamos es extremadamente poderoso y marca a las personas. Ya que un uso automático por lo general está destinado a nombrar o designar, debemos tener cuidado con los calificativos que les atribuimos a nuestros hijos, ya que éstos podrían llegar a ser grandes determinantes de su auto-concepto y su conducta…

¡No etiquete! Los individuos somos únicos e irrepetibles, puede ser perjudicial para el desarrollo de un niño el ser encasillado.

Como adulto, un aspecto importante para criar hijos felices, es motivarlos a ver ciertas situaciones desde diferentes puntos de vistas y lograr que se enfoque menos en las conclusiones negativas.

Es importante que los niños desarrollen su locus de control, esto consiste en la capacidad que tiene cada persona para llevar el control de su vida y las cosas que le suceden. Este control interno o externo, es un motor que los motiva a llegar a su destino.

Para que su hijo sea feliz, propicie un espacio para que desarrolle sus propias ideas.

Los niños son nobles por naturaleza, de allí la importancia de educar con respeto, pues este es un valor que se construye de ambos lados, cuyo fundamento reside en respetar para ser respetado.

Educar con miedo, genera trastornos emocionales que se manifiestan a través de patrones conductuales y estilos de vida marcados por la angustia y la evasión. Miedo no es sinónimo de respeto ni de firmeza, por el contrario, si nuestros hijos viven con miedo no serán felices. Tener reglas es muy distinto a los gritos y golpes; lo importante es que las normas sean entendidas, para también ser valoradas. El miedo es poderoso en crear un falso respeto, pero no propicia la cercanía y menos la confianza. Recuerda que la calma genera calma.

Para que tus hijos sean felices, diviértanse en familia y compartan tiempo de calidad. Educar con autenticidad es el primer paso para criar un niño feliz. La Autora es Psicóloga y Educadora, directora y Fundadora de MLC SCHOOL Twitter: MLC_Schoolrd Instagram: @pardillavirginia y @psicoeducandoconvp.