Por Hector Minaya

La Gran Vía, de Madrid

El periódico español El País en su edición digital del domingo 27 de septiembre pasado publicó un reportaje de la crítica situación de la avenida la Gran Vía, de Madrid, golpeada por la pandemia de la covid-19 desde el pasado mes de marzo.

Esta icónica vía, de 1.4 kilómetros, comunica el este con el oeste del centro de la capital española y es el principal motor del comercio y turismo de España.

Ir a Madrid y no pasearse por esta ancha calle es como no haberse compenetrado con la esencia del turismo y el desenvolvimiento comercial de ese país y qué decir de comer un sándwich de jamón serrano por el módico precio de tres euros, un almuerzo con la tradicional paella valenciana o disfrutar de una cerveza bien fría.

O tomarse un selfie con las patas de jamón ibérico colgando del techo en uno de los típicos mesones.

Desde la distancia nos imaginamos la desolación que ha causado la crisis sanitaria en comercios que dependen del movimiento del turismo.

Periodistas de El País recorrieron en estos días la avenida y determinaron que ese territorio cuenta con 200 locales, de los cuales 58 estaban cerrados, un 29%.

Y lo grave es que los escasos turistas extranjeros no van a la vía y los madrileños prefieren quedarse en casa, refiere.

El panorama se torna más crítico cuando se avecinan las navidades, que El País advierte que serán desoladoras, “porque en otoño aumenta el riesgo de contagio y caerán las ventas”.

Una carga insoportable para el comercio es el pago de alquileres, que de acuerdo a El País, hay negocio como Primark, muy visitado por los dominicanos, que pagaba antes de la pandemia 500.000 euros al mes de renta. Algunos otros negocios no ganan ni para pagar el alquiler.

Y para hacer más deprimente el panorama las compras online crecerán en España en los próximos cinco años desde el 10% hasta el 25%, lo que conllevaría el cierre de decenas de tiendas instaladas en la Gran Vía y otras plazas comerciales.

Según revela El País por la Gran Vía circulaban antes de la pandemia 16,741 personas al día. Solo Carnaby Street y Brompton Road, de Londres, tenían más tráfico de peatones. Ahora el paso ha disminuido y en agosto fue un 70% menor que enero.

El declive en el comercio en la Gran Vía y en otras zonas de Madrid, la única salida que encuentran los propietarios de locales es convertirlos en viviendas familiares, cuenta en el diario español.

En este otoño la mejoría de la situación general depende de cómo se pueda controlar el coronavirus en el mundo, máxime en un momento que enfrenta un segundo brote y que no sabemos a ciencia cierta cuánto tiempo permanecerá azotando.

Lo que pasa en la Gran Vía podría ser el espejo de lo que puede ocurrir en República Dominicana, con otra dimensión y una intensidad mayor, que resultaría en una crisis si se cierran las plazas comerciales.