El campeonato está en el aire
Un refrán afirma que “nunca es tarde si la dicha es buena”, lo que se podría aplicar al dedillo, al próximo torneo de béisbol profesional programado por la Liga para comenzar en noviembre próximo.
Este es un reto bastante delicado que los directivos tienen por delante, dado que es muy posible que si no baja la incidencia del virus, sería difícil que las autoridades de Salud Pública autoricen el ingreso de público a los estadios.
Si bien es cierto que el presidente Luis Abinader ha prometido dar todo el apoyo del gobierno, se hace cuesta arriba que ante un estado de calamidad, se desprenda de muchos millones para darle el debido soporte económico.
Para pasados gobiernos fue más factible ayudar al montaje de torneos de béisbol profesional, porque nunca antes el país había enfrentado este tipo de pandemia, que ha puesto a “temblar” a las naciones más poderosas del mundo.
La realización de un torneo representa un alivio para las autoridades, en la creencia de que la gente definitivamente desea pan y circo.
Esos espectáculos se efectúan desde tiempos remotos y el mejor ejemplo lo aplicaron los emperadores romanos en el famoso circo, donde la gente asistía y olvidaba los problemas fundamentales que afectaban a la población.
Aquí, en varias ocasiones se pusieron en práctica, en momentos de grandes convulsiones sociales, producto de la lucha política.
La decisión final, reitero, la tendrán las autoridades sanitarias, de si es posible el montaje que garantice seguridad para los miles de aficionados que querrán estar en “cuerpo y alma” en los estadios.